SUCESOS
Una acusada por atropello se declara «demasiado gorda» para ingresar en la cárcel
Ese fue el argumento de peso que usó su defensa para evitar la prisión
La británica Linda Ann Jenns, de 49 años años, atropelló recientemente a Paul Stinton , de 45 años y padre de cuatro niños, en el condado de Kent (Inglaterra). El suceso ocurrió al saltarse la acusada un semáforo en rojo, mientras Stinton hacía ejercicio físico. El accidente pasó cuando Jenns iba a más de 64 kilómetros por hora, fuera del límite de velocidad. El atropellado falleció tres semanas después.
Su abogado ha apelado al juez a no encarcelarla por estar «sobrepasada de kilos y ser obesa mórbida» ya que cree que Jenns no podría sobrevivir con la vida detrás de los barrotes. La propia acusada afirmó «sentir mucho, mucho todo lo que había pasado». El juez del caso ignoró esta petición de la defensa, y la acusada fue procesada con una sentencia entre rejas. El defensor contó que su defendida llegó a tener un ictus hace siete años y que contaba con un tratamiento para sus problemas de peso. En la actualidad había perdido cerca de veinte kilos y espera una banda gástrica que podrá incrementar sus expectativas de vida.
El incidente, según el abogado, «la ha puesto en mayor peso» y cree sinceramente, «sin exagerar», que no sobreviviría a la cárcel. Si bien la jueza ha sentenciado ya a la procesada, queda por ver los análisis médicos. El uso de este argumento ha desatado ya una polémica en la red, y he se han registrado más de 2.000 comentarios sobre el caso, la mayoría insultantes. Uno de los parientes de la acusada ha debido ser sacado de la escuela por presión social incluso. Este juicio mediático ha llegado a ver a la acusada ingresando por la puerta detrás, evitando las miradas escrutadoras sobre su aspecto físico.
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