El Papa pide en su encíclica una «revolución cultural» contra «el suicidio» del planeta

La carta asegura que el sistema mundial «es insostenible desde diversos puntos de vista» porque se ignorarn sus efectos «sobre la dignidad humana y el medioambiente»

El Papa pide en su encíclica una «revolución cultural» contra «el suicidio» del planeta

JUAN VICENTE BOO

La nueva encíclica del Papa , dedicada a la protección del medio ambiente, que ha sido presentada este jueves 18 de junio en el Vaticano, pide una «valiente revolución cultural» contra el comportamiento «suicida» que destruye el medio ambiente y el planeta y criticó la «especulación» del actual sistema económico mundial.

El primer gran documento religioso sobre la salud medioambiental del planeta y el deber de protegerlo para las generaciones futuras sorprendió por su valentía y su profundidad en la presentación, fuera de lo común, realizada el jueves en el Vaticano. Las descargas del documento a partir del mediodía iban camino de contarse por millones en pocas horas.

Junto al cardenal Peter Turkson , presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz, contribuyeron a la presentación de «Alabado seas» (“Laudato si” en el título original italiano) el profesor John Schellnhuber , fundador y director del Instituto Potsdam de Investigación sobre Impacto del Cambio Climático, el gran teólogo ortodoxo John Zizioulas , metropolitano de Pérgamo, y la profesora Carolyn Woo , presidente ejecutivo de Catholic Relief Services, la agencia de ayuda humanitaria mundial de la conferencia episcopal de Estados Unidos.

Según el profesor Schellnhuber, el Papa «ha salido al paso de un gran desafío mundial , que juntos podemos resolver». En una larga explicación, desde eras geológicas anteriores, el experto en impacto climático afirmo que «los sistemas climáticos son complejos, pero ahora los conocemos mejor que nunca y podemos ver fenómenos dramáticos».

El cardenal Turkson subrayó la absoluta novedad del documento, probablemente el más esperado por el gran público a nivel mundial en la historia de la Iglesia. La durísima «guerra preventiva» realizada fundamentalmente por petroleras norteamericanas y por candidatos presidenciales conservadores ha multiplicado el interés por el documento.

Incluso la filtración del texto por un semanario italiano el pasado lunes ha servido para crear más interés mundial hasta el punto que la presentación ha tenido que realizarse en el Aula del Sínodo, por falta de espacio para tantos medios de comunicación internacionales en la Sala de Prensa.

El Papa comienza recordando el extenso magisterio medioambiental de Juan Pablo II –que introdujo el concepto de «ecología humana» y lanzó su primera alerta ante el calentamiento global en 1990» y de Benedicto XVI, quien pidió al cuerpo diplomático en el 2007 «corregir los modelos de crecimiento incapaces de garantizar el respeto del medio ambiente».

Resultan novedosas en una encíclica católica las citas del patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I, quien califica de «pecados» la contribución al cambio climático, la deforestación, y la destrucción de los humedales pues «un crimen contra la naturaleza es un crimen contra nosotros mismos y un pecado contra Dios».

El título «Alabado seas» proviene del bellísimo poema del “Cántico de las criaturas” escrito por san Francisco en 1226, que refleja su sintonía religiosa con el «señor hermano sol», la «hermana luna», la «hermana nuestra madre tierra» y todos los elementos del cosmos. Según el Papa, «cada vez que Francisco miraba al sol, la luna o los animales más pequeños, su reacción era cantar».

El Santo Padre entra en materia alertando de «la contaminación producida por centenares de millones de toneladas de residuos al año, muchos de los cuales no son biodegradables», o incluso «altamente tóxicos y radiactivos». Por eso advierte con dolor que «la tierra, nuestra casa, parece transformarse en un inmenso depósito de inmundicias».

Un documento moral

Como una encíclica es un documento moral, el clima se considera bajo el aspecto de «bien común». Francisco advierte que «hay un consenso científico muy sólido sobre el preocupante calentamiento del sistema climático», manifestado en «la continua elevación del nivel del mar», y eventos meteorológicos extremos.

La parte del texto que más irritará a las compañías petroleras americanas, que organizaron ya un intenso «ataque preventivo» contra la encíclica, es la invitación a «combatir este calentamiento o, al menos, las causas humanas que lo producen o lo acentúan».

El Papa recuerda que «si bien hay otros factores como el vulcanismo, etc. numerosos estudios científicos indican que la mayor parte del calentamiento global de las últimas décadas es debido a la gran concentración de gases de invernadero (anhídrido carbónico, metano, y otros) emitidos sobre todo por la actividad humana», y que se agrava por la deforestación de las selvas tropicales.

Sin mencionar la próxima Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático en diciembre en París, que fijará objetivos, el Papa considera «urgente el desarrollo de políticas que reduzcan drásticamente en los próximos años las emisiones de anhídrido carbónico y otros gases contaminantes, sustituyendo los combustibles fósiles y desarrollando fuentes de energías renovables».

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