Al menos 350.000 niños rumanos tienen a uno de sus padres trabajando en el extranjero
Dimite el ministro de Transporte por criticar a la diáspora: «Sus hijos se convierten en golfos y sus esposas en prostitutas»
Alrededor de tres millones de rumanos trabajan fuera de su país natal, uno de los más pobres de la Unión Europea, y diversas Ong han subrayado su preocupación por el hecho de que alrededor de 350.000 niños viven con solo uno de los dos padres, normalmente la madre.
Esta situación, y la política del gobierno socialista de tratar de que los trabajadores retornen al país, ha producido situaciones polémicas, como la protagonizada por el ministro de Transporte que le ha costado la dimisión.
Ioan Rus dimitió ayer por unas controvertidas declaraciones, que se producen además en un momento de inestabilidad política en Rumanía. El titular de Transportes se refirió el miércoles a los rumanos que trabajan en los países europeos occidentales en el sector de la construcción o de las infraestructuras "por un salario quizá de 1.500 euros al mes", dejando detrás a sus familias. "Por ese dinero -dijo Rus- sus hijos se convierten en golfos, y sus esposas en putas".
Esa declaración en una entrevista por televisión provocó una viva reacción de cólera en Rumanía, y ayer la ola de protestas forzó la dimisión del ministro.