Un sector de la izquierda francesa entra en campaña contra la maternidad de alquiler
Considera que es un negocio mercantilista que comercia con el cuerpo de la mujer, según su manifiesto en «Libération»
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Una iniciativa internacional para combatir el fenómeno al alza de los “vientres de alquiler” ha encontrado una insólita resonancia en parte de la izquierda francesa, que, a través de un manifiesto, ha expresado su oposición a una práctica que estima contraria a la dignidad de las mujeres. La carta abierta en “Libération”, el diario más militante de la izquierda gala, está firmada por 160 personalidades, entre ellas el líder ecologista José Bové, el filósofo Michel Onfray y la dirigente feminista Sylviane Agacinski.
La opción de las madres de alquiler es una de las puntas de lanza de la izquierda burguesa francesa. En 2010, varias personalidades de esa tendencia -entre ellas la actual ministra de Educación- se mostraron partidarias de lo que los franceses denominan, con un eufemismo, la “gestación a través de otro” (GPA por sus siglas en francés). Su manifiesto progresista fue publicado entonces por el diario tótem de la izquierda francesa de diván, “Le Monde”.
Ahora, sin embargo, varios movimientos internacionales feministas, tanto en Estados Unidos como en los países nórdicos europeos, denuncian el mercantilismo generado por la maternidad de alquiler. Las organizaciones feministas suecas homologan esa técnica con el gran negocio de la prostitución, y tratan de combatirla con los mismos argumentos: no al comercio organizado con el cuerpo de la mujer.
En Francia, el movimiento contra los “vientres de alquiler” utiliza las siglas Corp (Collectif pour le Respect de la Personne). En una declaraciones recientes a “Le Figaro”, su presidenta, Marie Jauffret, afirmó que “una prohibición en Francia no serviría de nada a menos que triunfe el movimiento mundial abolicionista”. Cada vez más parejas, tanto heterosexuales como gais, acuden al extranjero en busca de “vientres de alquiler” más baratos. Hace días estalló el escándalo en Israel cuando se supo que 26 bebés encargados por homosexuales de esa nacionalidad habían sido repatriados de Nepal, tras el terremoto, pero no así sus madres nepalíes e indias por no tener los papeles en regla.
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