Embarazada con 12 años en Portugal y… sin poder abortar
La ley lusa determina que, para los supuestos casos de abuso sexual, se interrumpa el proceso de gestación después de las 16 semanas

El caso de una niña de 12 años que se encuentra embarazada después de haber sido violada por su padrastro provoca una ola de estupor en Portugal. El proceso de gestación se aproxima a los seis meses, por lo que ya no puede abortar si se aplica la ley en sentido estricto (sólo lo permite hasta los cinco meses).
La pequeña se encuentra internada en el Hospital de Santa María , en Lisboa, en un lamentable estado psicológico a causa de la experiencia traumática vivida, según certifican los médicos.
La indignación se extiende por el país, con numerosas voces reclamando que se permita una excepción a la norma con el objetivo de frenar un embarazo que podría acarrear a la menor consecuencias muy negativas.
Es una situación límite y crece día a día la presión popular contra la Administración lusa para que se abra un hueco legal por este motivo concreto.
La ley determina que, para los supuestos de violación, la interrupción sólo puede hacerse dentro de las primeras 16 semanas, un plazo ampliable a 24 si existieran indicios de grave perjuicio físico para la criatura. En cambio, no se concreta nada cuando son psicológicas las razones que, como ahora, desaconsejan el alumbramiento.
Un caso con ingredientes rocambolescos
El caso reúne ingredientes rocambolescos. La gestación se encuentra avanzada porque la niña desconocía absolutamente que fuese a dar a luz . Además, los abusos se cometieron durante los últimos tres años.
El equipo médico del centro hospitalario ha encargado un informe psiquiátrico para evaluar el impacto que el nacimiento podría tener en la niña, aunque las palabras de uno de los doctores ya indica la dimensión del asunto: «Nunca había visto un caso de embarazo con 12 años. Los había visto con 13, 14 o 15, pero tan joven no».
La pequeña creció en el seno de una familia desestructurada, a la que se le retiró la custodia. Pero, posteriormente, le fue restituida a la madre biológica.
La historia se complicó cuando el hombre con quien esta mujer compartía su vida comenzó a agredirla sexualmente. El presunto violador se halla en prisión preventiva.
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