Ébola: Regreso a las aulas en Sierra Leona, pero sin alumnas embarazadas
En la reapertura de los centros educativos tras ocho meses de cierre, el país más afectado por el brote de ébola discrimina el acceso de las mujeres encintas
Lograr la normalidad educativa y sanitaria . Un binomio que poco a poco intenta abrirse paso frente al ébola.
La Organización de las Naciones Unidas ha pedido al Gobierno de Sierra Leona, el país más afectado por el brote de ébola que sacude en el último año la región, que permita el regreso a sus escuelas de las alumnas embarazadas, tras haber discriminado su acceso en la reapertura de los centros educativos.
«La ONU quiere recordar al Gobierno de Sierra Leona que la educación e s un derecho humano fundamental que Sierra Leona se ha comprometido a respetar», aseguró la organización en un comunicado.
Después de ocho meses de retraso ante la epidemia que sacudía el país, cerca de 1,8 millones de alumnos de Sierra Leona regresaron esta semana a las aulas. Sin embargo, ante el temor a la propagación de la enfermedad, muchos colegios impidieron el acceso a las escolares embarazadas.
« Las escuelas deben ser accesibles sin ningún tipo de discriminación y asequibles», añadió la organización en Sierra Leona.
Según las últimas cifras de Naciones Unidas (hasta el 5 de abril), desde que se registra el «caso cero» en diciembre de 2013 en Guinea, Sierra Leona ha sufrido 12.138 contagios de ébola (con 3.831 muertes). No obstante, en las tres semanas anteriores al registro se vislumbra un descenso del número de casos (67). Eso sí, la crisis no está ni mucho menos finiquitada. En los tres países afectados -Liberia, Guinea y la propia Sierra Leona-, el número de contagios totales es de 25.515, con 10.572 muertes.
Del caso cero a más de 10 mil fallecidos
El 6 de diciembre del 2013, Emile Ouamouno un niño de apenas dos años residente en Meliandou, en la región de Guéckédou, al sur de Guinea, se convertía en el primer caso de ébola en la actual epidemia. Su muerte se producía casi de forma paralela al fallecimiento de su hermana Philomene, de tres años; su madre, Sia, entonces embarazada; y su abuela, Koumba. El pequeño Ouamouno había registrado un cuadro de diarrea y vómitos cuatro días antes, el 2 de diciembre.
La hipótesis más probable es que la epidemia originada en Guinée Forestière (la selva húmeda guineana) se hubiera producido debido al contacto del pequeño Ouamouno con algún murciélago infectado con el virus. Después, los continuos desplazamientos de población habrían hecho el resto.
Lo peor, sin embargo, estaba por llegar. El pasado 4 de abril, la máxima autoridad médica de Liberia, Bernice Dahn, reconocía a este diario sus temores de que la epidemia de ébola que se había iniciado en Guinea hubiera logrado cruzar la frontera hacia su país. «Uno de los primeros casos, sino el primero, es el de un hombre que había acudido al bosque para poner 500 trampas para murciélagos. Posteriormente, a su regreso, comenzó a enfermar», destacaba entonces a ABC la jefa médica.
Ya en mayo se produciría el salto hacia Sierra Leona . Se trataba de una joven que fue ingresada en el hospital de Kenema, este del país, tras sufrir un aborto. En este sentido, tanto la mujer como los primeros infectados en la zona habían estado en contacto con un curandero que operaba en la frontera entre Sierra Leona y Guinea. Menos de un año después, el número de sierraleoneses contagiados supera los 12.000.
Noticias relacionadas