Greenpeace denuncia que el barco hundido en Canarias se desvió a zonas de alto valor
La organización conservacionista exige responsabilidades a Fomento por «el errático e innecesario periplo» del pesquero ruso hasta su hundimiento frente a Maspalomas, una zona declarada Reserva Natural Especial
Ante el hundimiento del buque pesquero ruso Oleg Naydenov en la madrugada de este miércoles frente a la costa sur de Gran Canaria, Greenpeace exige explicaciones al Ministerio de Fomento sobre la gestión que ha llevado a Capitanía Marítima a remolcar un barco cargado con 1.500 toneladas de fueloil fuera del Puerto de La Luz, en el norte de las islas.
La organización ecologista denuncia el «errático e innecesario periplo» al que se ha sometido el barco, «llevándolo por áreas de altísimo nivel ecológico», primero al este del archipiélago (20 millas al sur de Jandía, Fuerteventura) hasta virar al suroeste de nuevo, hasta su hundimiento frente a Maspalomas, en Gran Canaria, que es una zona turística declarada Reserva Natural Especial por su valioso sistema de dunas vivas, el más rico de las islas.
Greenpeace asegura que en estas aguas, la plataforma submarina alcanza su máxima extensión, siendo una de las áreas más productivas de Canarias. «Este último hecho ha permitido el establecimiento de hábitats de interés como los sebadales o la de poblaciones de especies de interés comunitario. La zona al norte dónde se ha hundido el Oleg Naydenov está protegido bajo legislación ambiental europea a través de la red Natura 2000 que distingue los espacios de mayor valor ambiental. En esta área son frecuentes los avistamientos de cetáceos y tortugas marinas», indica la organización ecologista en un comunicado.
En 2006, la Organización Marítima Internacional (OMI) otorgó al Archipiélago Canario la categoría de Zona Marítima Especialmente Sensible (ZMES). El 1 de diciembre de ese año entraron en vigor las medidas asociadas a esta nueva declaración. Esta figura de protección reconoce la importancia ecológica y socioeconómica de la zona, y su vulnerabilidad frente a los daños que ocasiona el tráfico marítimo.
Posible llegada de un vertidor
Según ha podido averiguar la organización, el buque estaría a 2.400 metros de profundidad en un área de corrientes marinas profundas (muy diferentes a las de la superficie). «En caso de rotura de tanques, el vertido podría llegar a las islas más occidentales del archipiélago», afirma Greenpeace.
Capitanía Marítima está al mando de toda la operación. De momento, los barcos situados en la zona no han detectado contaminación. Aunque, según el estudio de las corrientes profundas, no sería visible en la zona. «Hoy las corrientes van hacia Marruecos y mañana hacia el oeste, Tenerife. Podría llegar también al suroeste de Gran Canaria. Todo este espacio marino pertenece a la Red Natura 2000», agrega la organización.
Según los datos con los que cuenta Greenpeace, el fueloil del barco es el denominado IFO 380, un combustible con unas características muy similares al que llevaba el Prestige cuando naufragó frente a las costas gallegas. Así, de alcanzar la costa, tendría una gran dificultad de limpieza por su viscosidad y adherencia, advierte la organización.
Se calcula que en su interior hay alrededor de 1.500 toneladas. Es un fueloil pesado y poco volátil, que no se evapora, se estima que solo lo haría entre un 5 y 10 por ciento. Otras características son baja solubilidad en el agua, degradación lenta, poca capacidad de dispersión, contaminación a largo plazo de sedimentos, y gran dificultad de limpieza en la costa, por su viscosidad y adherencia. Esta dificultad se incrementa con el tiempo.
Greenpeace señala que las tasas de mortalidad directa pueden ser elevadas para aves acuáticas y mamíferos marinos. Además, el hundimiento produce una alta toxicidad a largo plazo por su permanencia en el medio.
Pesca ilegal
El Oleg Naydenov es un pesquero arrastrero de bandera rusa de más de cien metros de eslora, al que Greenpeace ha denunciado ante la Comisión Europea por pesca ilegal, porque, supuestamente, faenaba en zonas donde está prohibida la pesca y porque no cumplía la normativa pesquera de Senegal. «Este país ha denunciado en numerosas ocasiones al buque arrastrero, la última vez en 2014. En 2012, esta nación revocó las licencias a 29 grandes arrastreros, que en conjunto estaban pescando la mitad de las capturas de las especies pelágicas en sus aguas. En aquella ocasión, la licencia del Oleg fue una de las revocadas. Sin embargo, ha seguido pescando», explica la organización ecologista.
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