Richard Vaughan: «El secreto es despertar el afán de superación del alumno»

El fundador del método de enseñanza del inglés que lleva su nombre asegura que no tiene ninguna fórmula mágica. Pero ahí está el éxito de sus cursos, que desde este domingo ofrece ABC

Richard Vaughan: «El secreto es despertar el afán de superación del alumno» óscar del pozo

alejandro carra

Seis de cada diez españoles no saben inglés, pero más de la mitad de las ofertas laborales dirigidas a los recién licenciados lo exigen; porcentaje que se eleva al 100% si se aspira a un puesto de alta dirección. La aldea global es así, e incluso más cruel, porque la fórmula mágica para no pertenecer a ese tanto por ciento de compatriotas que entra en pánico ante la posibilidad de una conversación en inglés, sencillamente no existe. Lo dice el propio Richard Vaughan, fundador del centro de inglés que lleva su apellido, y del conocido método Vaughan. «Nada importante se aprende sin sacrificio. Pero ese esfuerzo puede apasionarte», sentencia Vaughan.

-Miéntame señor Vaughan. ¿Su método sí es mágico?

-No, no lo es. No estoy diciendo que sea imposible sino que requiere tiempo. Hacerse con un dominio de situaciones de comunicación en inglés exige esfuerzo. Estoy hablando de pasar de un nivel insuficiente a un nivel suficiente, que significa que puedes ir a Londres, a una reunión con un inglés, un escocés, dos sudafricanos y dos americanos, y traerte el contrato para tu empresa. Mucha gente tiene las puertas cerradas por no tener la agilidad en el uso del inglés.

-¿Y los españoles, en general, dominamos esas situaciones?

-El nivel del profesional medio en España es intermedio bajo. 4 sobre 10. No es suficiente. No es que esté usando psicología inversa para motivar, es que yo digo la verdad y la verdad convence, sobre todo en mi sector donde todo el mundo vende métodos indoloros.

-¿No hay método entonces?

-No, no lo hay. La molécula secreta es la formación de mis profesores. Gente a la que moldeamos desde cero y a la que lo único que le pedimos inicialmente es una aptitud positiva y energía. Selecciono gente que no haya enseñado nunca inglés, pero que destaque en algo. Tengo personas en mi equipo que han sido excelentes jugadores de rugby o músicos. Que saben lo que es el esfuerzo y la dedicación, y que saben liderar la enseñanza. El inglés es difícil, no se aprende en seis meses. La gente que resuelve, resuelve sola pero necesitan un catalizador, que es el profesor. Es como el que va a un gimnasio a perder 20 kilos, necesita a una persona que le haga trabajar para conseguirlo. Pero el que tiene que sudar es él, no el profesor de aerobic. Yo no puedo «aprenderte» de Filosofía, pero puedo apasionarte por Platón hablándote de él y de sus obras. El secreto es despertar al alumno de su sopor aprovechando su afán de superación.

-¿Al menos hay una clave?

-Conseguir que el alumno sea cómplice de ese dominio de las situaciones en inglés. Que entienda a la primera, para no angustiarse, y que inmediatamente pase a expresarse. Pero lo primero es entender. Es la única manera de hacerse con el inglés.

-¿Y esa pasión por «hacerse» con el inglés, puede transmitirla un curso?

-Mira... la primera vez que me lo propusieron, dije que no. Pero fue mi director de I+D quien me insistió en que sí era posible. Y el primer coleccionable que hicimos fue un éxito. Cada página del libro emana energía. Te está diciendo lo que tienes que hacer, y además te gusta. Es muy lógico y dinámico. Les machacamos en el curso, como en las clases. Les tiramos constantemente de la lengua, para que produzcan y reproduzcan. Pero también les animamos constantemente. Los fascículos están hechos entendiendo la idiosincrasia del español, ganando su confianza con humor, con ánimo y con mucha sinceridad.

-¿Y al final... dominan?

-Antes te decía que el nivel medio del español es insuficiente. Pero también te digo que yo compro a un español por lo que cree que vale y lo vendo por lo que vale. Tenéis un complejo infundado. Ningún estudiante de inglés, español o sueco, hablará jamás un inglés perfecto; siempre cometerá errores o tendrá acento. El objetivo es dominar los entornos de comunicación con total aplomo. Y para eso no hace falta un inglés perfecto.

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