¿Por qué vemos nuestro cuerpo diferente en los espejos de los probadores?
A veces nos favorecen, otras menos...la realidad es que no están «trucados» y se trata de fallos de colocación
La guerra en las tiendas de ropa no es solo con las tallas, ya sea porque no tienen la que se ajusta a nuestra silueta o porque ese vestido que le queda «pintado» al maniquí luego no favorece tanto... la realidad es que también se libra otra batalla con los espejos de los probadores.
¿La razón? Muy sencilla. Muchas mujeres aseguran verse muy diferentes en los espejos de los probadores en comparación con los de casa. No deforman como los que inspiraron el esperpento a Valle Inclán pero casi...
Resulta inevitable pensar que hay una suerte de «truco» por el que las tiendas intentan engañarnos, hacernos ver más delgados y convencernos así (porque posiblemente sea la razón más de peso a la hora de llevarnos algo a casa) de que esa es nuestra prenda perfecta.
El «pero» en este caso es que ni todos los espejos adelgazan ni todas las mujeres se ven más delgadas (sino todo lo contrario) cada vez que salen de compras. «Llevo 30 años colocando espejos y me lo han comentado mucho, pero es un bulo, en ningún caso las tiendas nos han pedido espejos "trucados" para que las clientas se vean más delgadas», asegura Manuel, de la cristalería Venegas de Madrid. Manuel cuenta que trabajan con grandes tiendas como Zara, Mango y H&M y que ninguna de estas firmas les ha hecho un requerimiento de espejos «especiales».
Espejos «doblados»
Sin embargo, que no haya intención de las empresas no quiere decir que no haya espejos que distorsionen nuestra imagen. «Influye mucho la colocación, si por algún motivo se pone un clavo con más presión en una parte que en otra puede que el espejo termine curvándose un poco», explica el especialista. «A veces, también influye el largo del espejo o su peso, condiciones que lleven a que doblen un poco», señala. Al doblarse, la imagen sí se modifica.
Ana, de la misma tienda asegura que en estos casos se logar «el efecto contrario». Es decir, «si el espejo se dobla puede que te veas más bien gorda y no delgada».
A través de esta técnica sí puede conseguir deformar la figura. Es el caso de espejos como los que pueden encontrarse en el Museo de Cera o en la calle Álvarez Gato de Madrid llenos de historia gracias a la inmensa obra «Luces de Bohemia» de Valle Inclán. «Doblando los espejos por supuesto que se deforman, pero llegando a extremos exagerados en estos casos», explica el experto cristalero.
Espejos estándar
Otra empresa encargada, no solo de instalar cristales sino tiendas enteras con probador incluido asegura que no han tenido requerimientos de espejos trucados. «Tenemos probadores enteros con espejo incluido y son estándar, no nos han pedido espejos que adelgacen», asegura una de las responsables de la tienda de Madrid.
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