El Papa honra a «los hombres y mujeres, verdaderos mártires, que ofrecen su vida con Jesús por la fe»
El Jueves Santo lavará los pies a doce reclusos y reclusas de una cárcel de Roma
En su explicación de cada uno de los días de la Semana Santa, el Papa Francisco se emocionó el miércoles al comentar la muerte en la cruz, a la que se unen en nuestros días «tantos hombres y mujeres, verdaderos mártires , que ofrecen su vida con Jesús para confesar la fe».
En esos momentos hay sacerdotes, misioneros, misioneras y decenas de millares de simples fieles en media docena de países en guerra que arriesgan su vida manteniéndose en sus puestos.
El Obispo de Roma les rindió homenaje recordando al sacerdote de la diócesis de Roma Andrea Santoro, «un hombre de nuestro tiempo», asesinado en el 2006 en Trabzon, Turquía, y considerado mártir por haber decidido mantenerse allí, consciente del peligro que le amenazaba.
Ante unos veinticinco mil peregrinos entre los que predominaban los jóvenes venidos de todo el mundo, el Santo Padre comentó que el Jueves Santo nos recuerda el ejemplo de Jesús, quien comenzó la Última Cena lavando los pies a los Apóstoles después de repetir que «el Hijo del Hombre no ha venido a ser servido sino a servir».
Francisco renovará este Jueves Santo el gesto de servicio de Jesús lavando los pies a doce reclusos y reclusas del enorme complejo carcelario de Rebibbia en Roma. El Jueves Santo del 2013, el primero como Papa, había ido a la cárcel de menores , mientras que el año pasado fue a una residencia de ancianos.
En una plaza de San Pedro especialmente soleada y alegre, el Santo Padre comentó que el Sábado Santo «la Iglesia se identifica con María: toda la fe está recogida en ella, la primera y perfecta discípula, la primera y perfecta creyente».
El Sábado Santo es el día del silencio y la oscuridad después de la muerte de Jesús pero, según Francisco, «la noche se vuelve más oscura justo antes del amanecer, y el Domingo de Pascua celebramos la luz del Resucitado». El Papa invitó a todos a «no limitarnos a conmemorar la Pasión del Señor. Entremos en el misterio, hagamos nuestros sus sentimientos y su actitud».
Francisco se manifestó «muy contento de recibir a los universitarios reunidos en Roma para el encuentro internacional UNIV», que aborda este año el tema de la amistad, sometida al riesgo de ser cada vez más superficial en una sociedad tecnológica.
Parafraseando un pensamiento de San Josemaría Escrivá, el Papa les invitó a buscar la amistad con el Señor porque lo que hace falta para ser feliz «no es una vida cómoda sino un corazón enamorado».
El Santo Padre tenía aspecto cansado, igual que el Domingo de Ramos. Quizá por sobrecarga de trabajo la semana pasada, que dedicó a terminar la encíclica sobre ecología , o quizá por el peso acumulado de un trimestre agotador.
En los próximos días no podrá descansar mucho ya que preside dos largas ceremonias el Jueves Santo, otras dos el Viernes Santo, la vigilia pascual el Sábado Santo por la noche y la misa del Domingo de Resurrección.
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