religión
Sistach dice que su sucesor debería hablar catalán y tener sensibilidad hacia Cataluña
Se muestra convencido de que habrá una solución para que los católicos separados puedan comulgar sin cambiar de doctrina
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«Mi relevo debería ser alguien que conociera la lengua de las ovejas. Que cuando llegue pueda hacer de pastor inmediatamente». El arzobispo-cardenal de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, afirmó ayer en una entrevista televisiva que una de las condiciones que debería reunir su sustituto es hablar el catalán y «tener sensibilidad catalana y sentimiento con el país». Sistach dijo que debe ser el Papa Francisco quien elija al nuevo cardenal de Barcelona pero que lo óptimo sería que se escogiera a una persona que conozca Cataluña.
Por otro lado, Martínez Sistach, se mostró convencido de que se hallarán soluciones para que separados y divorciados católicos que rehacen su vida sentimental puedan comulgar y vivir su fe de forma normal, aunque dejó claro que no se cambiarán cuestiones doctrinales. En declaraciones a TV3 recogidas por Ep, recordó que el Papa Francisco está preocupado por esta cuestión, y por ello la abordó en dos sínodos, uno de ellos extraordinario. Recordó que los divorciados que se han vuelto a casar o se han juntado con otra persona son miembros de la Iglesia, no están excomulgados y la comunidad cristiana les debe ayudar y acoger.
Prevenir el divorcio
Dejó claro que Papa y obispos no son dueños de la doctrina, sino que están a su servicio y que no se cambiarán cuestiones doctrinales normativas: «Si la palabra de Dios permite cosas las tenemos que hacer, si no permite no las debemos hacer». «Tengo la esperanza de que se encontrarán caminos, algún camino que ayudará si no a una solución total, sí a una solución de misericordia y fidelidad», aunque resaltó que cada caso y matrimonio es diferente, y dejó claro que no se cambiarán cuestiones doctrinales.
El cardenal apostó por trabajar más en la «prevención del divorcio» con el fin, precisamente, de evitar tantas separaciones y divorcios, y ha descartado que se cambien cuestiones doctrinales, si bien ha apostado por caminos de misericordia y fidelidad. «Hemos de trabajar mucho más en la prevención del divorcio, y no solo la prevención inmediata, sino la remota a través de la formación de niños y jóvenes en temas de sexualidad, afecto, virtudes humanas y cristianas», defendió Sistach.