El Papa convoca por sorpresa un «Año Santo de la Misericordia»
Abrirá la Puerta Santa de un Jubileo como el del año 2000 el próximo 8 de diciembre
El extraordinario flujo de peregrinaciones a Roma que marcó el Gran Jubileo del Año 2000 volverá a repetirse a partir del 8 de diciembre, fecha del inicio del “Año Santo de la Misericordia”, anunciado por el Papa Francisco el viernes durante el acto penitencial de la Cuaresma en la basílica de San Pedro. Fue una auténtica sorpresa, que los fieles agradecieron inmediatamente con un gran aplauso.
Como el año pasado, el Santo Padre fue a confesarse él mismo antes de sentarse en un confesonario - con una estola colgada del cuello- a impartir el sacramento de la Reconciliación a un buen número de fieles.
El próximo 8 de diciembre, fiesta de la Inmaculada Concepción y 50 aniversario de la clausura del concilio Vaticano II, el Papa abrirá la Puerta Santa para inaugurar “un Jubileo extraordinario que tendrá como centro la misericordia de Dios. Será un Año Santo de la Misericordia”.
Francisco añadió que “Queremos vivirlo a la luz de las palabras del Señor: ‘Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso’. Y esto especialmente para los confesores: ¡Mucha misericordia!”.
Concluirá en noviembre de 2016
Anunció también que este Jubileo “concluirá el 20 de noviembre del 2016, domingo de Jesucristo Rey del Universo y rostro vivo de la misericordia del Padre”. Será un año de gracia, para reconciliarse con Dios y con el prójimo.
El anuncio oficial del Jubileo tendrá lugar frente a la Puerta Santa de la basílica de San Pedro -cerrada desde la clausura del Año Santo del 2000- el próximo 12 de abril, Domingo de la Divina Misericordia, la fiesta instituido por Juan Pablo II que se celebra el domingo siguiente al de Pascua.
El primer Año Jubilar de la historia, con el perdón general de todos los pecados, tuvo lugar en el 1300. La idea era celebrarlo cada 50 años, siguiendo la antigua costumbre judía, pero después se pasó a convocarlos cada 25 años para asegurar que tenga lugar una vez para cada generación.
Desde el siglo XVI se celebran, de vez en cuando, algunos jubileos extraordinarios, por motivos especiales, como el que el Papa acaba de anunciar.
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