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El niño desfigurado que añora poder mirarse de nuevo en el espejo sin temor
Desde que se quemó la cara en un terrible accidente, Xiang Xiang sólo ha mirado su reflejo una vez debido al miedo que le produce
A sus nueve años, el pequeño Xiang Xiang (un nombre falso, pues sus padres han decidido no desvelar el verdadero) sólo se ha mirado en el espejo en una ocasión durante los últimos cuatros años. Y es que, según afirman sus progenitores, la última vez que lo hizo quedó tan traumatizado al ver lo desfigurada que estaba su cara tras un trágico accidente, que tomó la determinación de no volver a hacerlo.
Así lo afirma la versión digital del « Daily Mail », donde también se hace referencia a que el pequeño (de origen chino) usa una máscara especial que le ayuda a curar su piel quemada.
La historia de Xiang Xiang comenzó hace cuatro años, momento en que –mientras jugaba con unos amigos en la provincia de Fenyang- sufrió graves quemaduras en la cara y la cabeza después de caer sobre las llamas.
Además de perder un dedo, los daños que sufrió fueron tan graves que tuvo que someterse a un injerto de piel para recuperar parte de los tejidos dañados. A su vez, y tras pasar por el quirófano, los médicos le obligaron a portar una máscara especialmente creada para él con el objetivo de que su piel se regenerase cuanto antes.
Fue en ese instante cuando comenzó el martirio de este pequeño quien, con apenas cinco años, tuvo que sufrir las constantes burlas de los demás niños de su ciudad y las miradas indiscretas de los adultos. Todos ellos, a su vez, comenzaron a llamarle el «niño de la máscara».
«En el pasado mi hijo odiaba la máscara y, a menudo, cuando se preparaba para dormir, la escondía con la esperanza de que al día siguiente no tendría que usarla nunca más», explican los padres del pequeño.
La situación empeoró todavía más cuando, algunas semanas después de pasar por el quirófano, el niño descubrió cuál era su aspecto. «En el momento en que se miró en el espejo, dijo: “¿Por qué mi cara está tan quemada?”», ha señalado su padre a un diario local. Esa fue la última vez que se puso delante de un cristal para percibir su rostro.
Por ello, hace pocas semanas sus padres le han llevado a Pekin con el objetivo de que los cirujanos logren «volverle guapo otra vez» (como ellos mismos afirman) mediante una serie de costosas operaciones. Éstas, a su vez, le permitirán recuperar sus expresiones faciales .
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