Cómo reconocer el auténtico espárrago de Navarra cuando vamos a la compra
No basta con la apariencia del envase, si lees con atención la etiqueta puedes descubrir un origen distinto al que te imaginabas
Las apariencias, a veces, engañan. En el supermercado, no siempre es fácil para el consumidor saber identificar a primera vista de dónde procede un producto. Es el caso de los espárragos blancos en conserva. En España, cuando nos referimos a este alimento se nos viene a la cabeza un origen: Navarra, pero la realidad es que no siempre es así. Aunque el dibujo de la caja o el nombre del producto nos pueda hacer recordar estas tierras, si lees la etiqueta puedes llevarte la sorpresa de que esos espárragos vienen de otro país.
Perú y China son los principales competidores. «Las importaciones de espárrago se realizan con el espárrago ya enlatado, el único proceso que se realiza en España es el etiquetado. Indicándose luego la dirección del domicilio social del importador o distribuidor. La legislación obliga a indicar el país de procedencia del espárrago, aunque a veces el tamaño es muy pequeño en comparación con el del domicilio de la razón social y puede inducir a error al consumidor», advierte Ana Juanena, secretaria del Consejo Regulador IGP Espárrago de Navarra y directora de Certificación.
Para evitar confusiones, el Consejo Regulador de la Indicación Geográfica Protegida Espárragos de Navarra, que ampara el espárrago blanco de la especie «Asparagus Officinalis» producido en términos municipales de Navarra (176, más la comarca de las Bardenas), Aragón (49) y La Rioja (38), como zonas colindantes donde se producen espárragos de similares características, ha lanzado una campaña para dar a conocer a los consumidores su sistema de numeración de etiquetas , que certifica su origen y permite identificar claramente el producto.
«Todo espárrago de Navarra viene acompañado de la contraetiqueta numerada, que es una pegatina que lleva el logotipo de Espárrago de Navarra y una numeración que permite su control», explica a ABC Juanena.
Para que sea etiquetado con la IGP de espárrago de Navarra no basta con que el producto haya sido envasado en la zona, «también tiene que haber sido producido allí», matiza Juanena. «Sólo los espárragos que proceden de parcelas inscritas en el registro de plantaciones, y sometidas por tanto a los controles, pueden envasarse como espárrago de Navarra. La zona amparada incluye municipios de Navarra pero también de Aragón y la Rioja», aclara.
Más allá de la etiqueta, el consumidor también puede notar diferencias en cuanto a sus propiedades organolépticas. El espárrago de Navarra es de color blanco, apenas tiene fibrosidad, su textura es suave y presenta un ligero amargor. «La zona de producción, con su clima, le confiere unas características diferentes. También influyen las aguas con las que se riega y las características de la tierra sobre la que se cultiva», apunta la directora de Certificación del Consejo Regulador IGP Espárrago de Navarra.
En cuanto al precio, los espárragos enlatados de China y Perú son, por lo general, más económicos que los de Navarra, ya que sus costes de producción son menores. «En China y Perú la producción en campo así como la transformación en la industria es más barata. En muchas zonas de esos países las producciones por parcela también son mucho más altas», explica Juanena. Por contra, en España por nuestro clima, las producciones en las fincas son más bajas. «El mismo factor que nos diferencia hace que nuestro rendimiento sea más bajo y nuestro coste más alto. Por otro lado es una producción muy manual, desde la recogida del espárrago en el campo hasta el envasado, requiere mucha mano de obra y los costes laborales en España son más altos que los de China o Perú», señala.
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