Cataluña ultima un decreto para controlar el contenido de la clase de Religión
La Consejería de Enseñanza velará por que la Iglesia se ciña en la asignatura a la «educación en valores» que se marque desde la Generalitat
Un decreto que ultima la Generalitat de Cataluña pretende que, en el currículo de Primaria, la asignatura de Religión quede diluida dentro de un área de Educación en Valores y supeditar sus contenidos al desarrollo de las competencias propias en ese ámbito, bajo la supervisión de la propia administración autonómica.
El texto de la futura norma, aprobada en fase de proyecto el pasado 26 de enero, establece que «la determinación del currículum de la enseñanza de la religión católica y de las diferentes confesiones religiosas que hayan suscrito acuerdos de cooperación en materia educativa será competencia de las autoridades religiosas correspondientes». Este currículo, continúa, «tendrá que respetar los principios, los valores, las libertades, los derechos y los deberes constitucionales y estatutarios, y deberá contribuir al desarrollo de las competencias propias del ámbito de la educación en valores». Y advierte: «El Departamento de Enseñanza velará por su cumplimiento».
El decreto de la Generalitat crea una serie de ámbitos de conocimiento, entre los cuales se incluye el citado de «Educación en Valores», que engloba las dos asignaturas alternativas previstas en la Lomce, Valores Sociales y Cívicos y Religión, a las que se refiere como áreas. «Los alumnos, en función de la elección de los padres o tutores legales, podrán cursar el área de religión como alternativa del área de educación en valores sociales y cívicos del ámbito de educación en valores», señala el futuro decreto.
El sindicato católico PREC denuncia que la Generalitat ha emprendido una persecución a la materia de Religión con la elaboración de este decreto, que, según denuncian, pretende desdibujar su perfil confesional, «diluyéndola» dentro del ámbito de Educación en Valores, además de reducir su carga lectiva a 315 horas.
Adrià Parellada, responsable de esta organización sindical y profesor de Religión en el Instituto Olorda de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona), asegura a ABC que la intención del gobierno catalán es, a la larga, que «la asignatura desaparezca de las aulas para que la escuela pública catalana sea definitivamente laica». Para evitarlo, el sindicato ha iniciado una campaña de recogida de firmas online en el portal «Change.org», con el objeto de preservar la Religión en la educación obligatoria pública y que se frene el decreto de la Generalitat.
Este sindicato católico, alerta de que la Consejería de Enseñanza, que dirige Irene Rigau, pretende empobrecer la materia en Primaria -donde es una asignatura voluntaria para los alumnos, aunque de obligada oferta para los centros- y «reducirla a la mínima expresión».
Según PREC, este decreto debería desarrollar en Cataluña la disposición adicional segunda del Real Decreto 126/2014 y la disposición adicional segunda de la Ley Orgánica 2/2006, modificada por la Lomce de 2013, aunque el texto aprobado por la Generalitat no solo no desarrolla estas normativas si no que «empobrece y perjudica a la asignatura de Religión», afirma Perallada.
Libertad de elección
Tal como denuncia el sindicato y ha podido comprobar este diario, el proyecto de decreto suprime varios aspectos que establece el decreto estatal. En concreto, el párrafo que recordaba el deber de la Generalitat de «garantizar que las madres y los padres puedan elegir la educación religiosa y moral que quieran para sus hijos» y reduce la enseñanza de la Religión al ámbito de la Educación en Valores. Asimismo, «elimina la libertad de la Iglesia Católica y del resto de autoridades religiosas para determinar el currículum del Área de Religión que ahora deberá ordenarse al desarrollo de los principios del Ámbito de la Educación en Valores que determine la Generalitat».
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