El Consejo de Europa condena a Francia por no prohibir en su código penal los azotes a los niños
La sentencia solo tiene carácter «consultivo» y «orientativo»
Como estaba previsto, el Comité europeo de derechos sociales (CEDS) del Consejo de Europa ha condenado a Francia por no prohibir en su código penal el azote de los niños, en la familia, la escuela u otro lugar, estimando que ese vacío jurídico viola la Carta social europea.
El Consejo de Europa, la primera de las grandes instituciones continentales en materia de defensa de los derechos humanos, ha tardado dos años cortos en recibir, estudiar y dictar sentencia sobre una denuncia / reclamación presentada el 4 de febrero de 2013 por la Asociación para la protección de los niños, transmitida al gobierno francés tres días más tarde.
Durante dos años cortos, el CEDS estudió la denuncia y sus distintos aspectos jurídicos, escuchó las reservas avanzadas por el gobierno de Francia y ha terminado por adoptar, notificar y dar publicidad a su propia sentencia, que solo tiene carácter «consultivo» y «orientativo», con una dimensión política de cierto calado, nacional y continental.
En su sentencia, el CEDS recuerda su interpretación del artículo 17 de la Carta de la Organización mundial contra la tortura (OMCT):
«Para respetar el artículo 17 de la Carta de la OMCT sobre los castigos corporales infligidos a los niños, el derecho interno de los estados debe contener disposiciones que permitan prohibir y sancionar toda forma de violencia contra los niños; es decir, el derecho interno de los estados debe sancionar todo atentado contra la integridad o el desarrollo psíquico de los niños. Esas disposiciones deben ser suficientemente claras para permitir a la justicia aplicar la Ley contra la violencia física contra los niños».
Tras esa justificación, el CEDS estima que «el derecho francés no prevé una prohibición suficientemente clara y precisa de los castigos corporales, violando el artículo 17 de la Carta de la OMCT sobre los castigos corporales infligidos a los niños».
Por su parte, el gobierno francés da por recibida la condena del Consejo de Europa, pero no tiene previsto modificar ni su Código Penal ni legislación complementaria.
La Asociación para la protección de los niños, por el contrario, proyecta servirse de la condena del Consejo de Europa para presentar más tarde, quizá, una nueva querella contra el Estado francés ante el Tribunal europeo de derechos humanos.
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