El causante del mayor vertido en México se hace con Aznalcóllar
Críticas a la Junta por adjudicar al grupo azteca la mina donde se produjo el desastre ambiental de 1998
La Junta de Andalucía quería que un gigante del sector controlara la reapertura de Aznalcóllar y así ha sido. Minorbis –la alianza entre Grupo México y la firma cordobesa Magtel– ganó el pasado viernes el concurso público para retomar este proyecto frente a la propuesta de Emerita Resources (filial del banco de inversión Forbes & Manhattan). La adjudicación supone el resurgimiento de una mina que se hizo tristemente famosa cuando en la madrugada del 25 de abril de 1998 la rotura de una balsa de residuos provocó el mayor desastre ecológico conocido en Andalucía.
Pero la vuelta a la actividad de Aznalcóllar no va a estar exenta de controversia. Tanto la empresa que ha perdido el concurso, Emérita, como el partido Equo y las organizaciones ecologistas WWF y Ecologistas denunciaron ayer que Grupo México, que junto con la andaluza Magtel integran la adjudicataria México Minorbis, fue causante del «peor desastre ambiental» en el país azteca.
Además de deplorar la mala reputación ecológica de la empresa adjudicataria, también han criticado lo que consideran falta de transparencia de este concurso y han advertido de la amenaza que la reapertura sin garantías de esta mina supone para el Parque Nacional de Doñana, que ya sufrió en 1998 el mayor desastre ambiental tras la rotura de la balsa de residuos del grupo minero Boliden.
El portavoz de WWF en Doñana, Juanjo Carmona, denunció a Efe que «ni el Gobierno andaluz ni el PSOE» han aprendido la lección de la catástrofe ambiental de Boliden, de 1998, y ha deplorado que se apueste de nuevo por la reapertura de esta mina , ubicada en la cabecera del río Guadiamar, principal afluente de Doñana.
40 millones de litros
Así mismo, Equo denuncia que las mejores puntuaciones a la oferta ganadora han sido en las «puramente económicas y las peores, en sus planes medioambientales y sociales». Para Ecologistas en Acción, la adjudicación ha sido forzada por la Junta para anunciarla «en plena campaña electoral».
Estas organizaciones recuerdan que en agosto de 2014 el Grupo México causó un vertido de 40 millones de litros de sulfato de cobre mezclados con ácido sulfúrico y altas concentraciones de metales pesados de la mina Buenavista del Cobre, en Cananea.
La firma que se ha quedado en el camino, Emerita Resources, calificó de «lamentable» la resolución del concurso y criticó la «parodia de transparencia» en la que se desarrolló el acto (se transmitió la decisión de la mesa de contratación en directo por internet). Por ello, estudia una posible querella criminal contra aquellos miembros de la mesa que pudieran haber cometido un «ilícito penal» con su actuación en el procedimiento.
Grupo México aporta su músculo a la sociedad que se ha hecho con la adjudicación. Cotiza en bolsa desde 1978 y registra un negocio anual de 7.000 millones de euros. Este grupo tendrá un peso mayoritario en la sociedad que comparte con Magtel para reabrir el yacimiento sevillano y con la que también hará «propuestas en otros procedimientos de concurrencia pública para explorar nuevos yacimientos mineros en nuestra comunidad».
Inversión de 300 millones
Además de los técnicos de estas dos compañías, «el consorcio ha contado con la aportación de numerosas empresas expertas en este ámbito como Ayesa, Golder Associates, CRS Ingeniería, Fundación Migres, AT Clave, BlacktoGreen Consulting, Scypi o Mintec, entre otras», apunta en un comunicado. Está previsto que durante el primer trimestre de 2015 comiencen las labores de exploración previas a la construcción de infraestructuras.
El modelo de explotación será con una «burbuja de minería subterránea con el que se suprimirán los impactos ambientales y paisajísticos». Se prevén obtener con la planta de beneficio 245.000 toneladas al año de concentrado de zinc, plomo y cobre durante 19 años. La inversión será de más de 300 millones de euros.