Respaldo unánime de los cardenales a la reforma de la Curia vaticana

Descubren y elogian la profunda reforma económica ya realizada

Respaldo unánime de los cardenales a la reforma de la Curia vaticana AFP

juan vicente boo

La reforma de la Curia vaticana es ya irreversible. A lo largo de dos días de reuniones en Roma, los 165 cardenales de todo el mundo han dado su respaldo al proyecto del Papa y se han quedado impresionados al descubrir el alcance de la reforma económica ya realizada.

Los cardenales «en activo», cuya salud les ha permitido viajar a Roma, agradecieron el nuevo sistema de información y consulta real sobre los temas importantes que el Papa hace de modo voluntario en un espíritu de mayor colegialidad. Las reuniones mundiales en febrero pasarán a ser habituales.

El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, manifestó que «el clima ha sido muy sereno, positivo y constructivo» en casi medio centenar de intervenciones, incluidas algunas de los obispos que recibirán la birreta este sábado pero que, a efectos de trabajo, se han incorporado ya al colegio cardenalicio.

Informe financiero

En la mañana del viernes, los 165 cardenales escucharon en primer lugar el informe del financiero maltés Joseph F. X. Zahra, vicepresidente del nuevo Consejo de Economía, sobre el extenso trabajo de auditoría realizado el pasado año por la comisión investigadora de los organismos económicos del Vaticano.

El cardenal alemán Reinhard Marx, presidente del Consejo de Economía –creado el pasado mes de marzo y formado por ocho cardenales y siete laicos expertos en alta finanza-, explicó el trabajo del nuevo organismo supervisor, mientras que el cardenal australiano George Pell, responsable de la nueva Secretaría de Economía, informó sobre el trabajo ya realizado por este organismo gestor, que ha centralizado la gestión económica, dispersa antes en más de doscientas entidades autónomas.

Limpieza en la Banca vaticana

A su vez, el financiero francés Jean-Baptiste de Franssu, nuevo presidente del IOR, expuso la tarea de limpieza llevada a cabo, que ha incluido relevos en los dos consejos supervisores del banco del Vaticano , cese de varios directivos imputados por actividades ilegales y cierre de miles de cuentas corrientes, sobre todo de clientes indeseables.

Según Federico Lombardi, en las intervenciones posteriores, varios cardenales «manifestaron aprecio por la amplitud de la reorganización y los principios de transparencia, competencia profesional e integridad que la inspiran».

Algunos purpurados comentaron la conveniencia de que este ejemplo se traslade a las diócesis, pues muchas de ellas tienen todavía gestiones opacas, poco profesionales y sometidas demasiado al capricho de los gestores o los obispos.

Una reforma por etapas

Eran reflexiones parecidas a la del prefecto de la Doctrina de la Fe, cardenal Gerhard Müller, quien escribió en el diario «L’Osservatore Romano» del pasado domingo que el discurso del Papa en diciembre sobre las «quince enfermedades» de la Curia vaticana es una buena guía para examen y reforma en las diócesis, que pueden sufrir las mismas patologías.

Según Lombardi, entre los 165 cardenales de todo el mundo se notaba consenso respecto al sistema de «puesta en práctica de las reformas por etapas, sin esperar a que se complete todo el cuadro». A diferencia de reformas anteriores, la Constitución apostólica que las recapitule se hará al final del proceso y no al principio, como era lo habitual. Los canonistas reflejarán jurídicamente la nueva situación ya en vigor, un trabajo técnico que requerirá muchos meses.

Dos pontificios consejos

Lombardi confirmó también el amplio consenso en torno a la fusión de buena parte de los doce pontificios consejos en dos nuevas congregaciones vaticanas que se ocuparán de «Laicos y Familia» y de «Caridad, Justicia y Paz».

Aunque esta es la parte más «dolorosa» a nivel personal -pues supone cesar a los presidentes de los pontificios consejos que desaparecen y prescindir de parte del personal- , la reunión del colegio cardenalicio dejó claro que ya no hay «marcha atrás». Hubo algunas sugerencias sobre reajustes concretos, pero todas en la línea de apoyo a la notable «simplificación» del organigrama.

Menos personal

Aunque se hablaba de personal, la observación sirve también para los jefes pues 12 de los 26 departamentos de primera magnitud (secretarías, congregaciones, tribunales y pontificios consejos) están encabezados por italianos. Suponen prácticamente la mitad, una anomalía que llegará a su fin el año que viene.

El trabajo pendiente incluye la reorganización de los medios de comunicación del Vaticano (Oficina de Prensa, Radio Vaticana, Centro Televisivo Vaticano, L’Osservatore Romano, Imprenta Políglota Vaticana, etc.), una tarea que está culminando la comisión presidida por Lord Patten con los datos reunidos en la extensa auditoría realizada por McKinsey.

Auditorías

En realidad, el llamativo reajuste de toda la parte económica que ahora han visto los cardenales es el fruto del trabajo realizado en el primer año de pontificado en diversos sectores por auditoras y consultoras de primer nivel mundial como McKinsey, KPMG, Promontory, Ernst Young.

Los dos días de trabajo de los cardenales han llegado a su fin. La reunión del colegio cardenalicio continúa el sábado con la imposición de las birretas a 15 nuevos cardenales electores y cinco octogenarios, y concluye el domingo con una misa con el Papa en la basílica de San Pedro.

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