Roma podría tener su propio «barrio rojo» de la prostitución
El alcalde pretende «inaugurarlo» en abril, y propone enviar multas a casa de 500 euros a los clientes que busquen sexo fuera del área permitida
¿Roma como Amsterdam, con un barrio dedicado a la prostitución ? En la ciudad Eterna no se habla de otra cosa, con gran polémica y cierto escándalo en algunos sectores. El alcalde de Roma, Ignazio Marino, del Partido Democrático (centro izquierda) ha ilustrado un proyecto para crear «zonas de tolerancia», lejos de los «parques públicos donde acuden las familias» o de escuelas.
Su objetivo es limitar el fenómeno de la prostitución en la calle, un problema que constituye, en algunas zonas de la capital italiana, una verdadera emergencia. El ayuntamiento romano ha establecido un área del barrio del Eur, al sur de la capital, un complejo urbanístico construido en los años treinta del pasado siglo por deseo de Benito Mussolini.
El alcalde Ignazio Marino pretende que en dos meses sea «inaugurada» la primera calle en la que sea posible ejercitar lo que siempre es definido como el oficio más antiguo del mundo. Roma sería así la primera ciudad de Italia con una zona dedicada a la prostitución tolerada, que posteriormente se extendería a un par de zonas más. El alcalde quiere implantar una línea de severidad con los clientes que busquen sexo de pago fuera de esas áreas: piensa aprobar una ordenanza municipal para comunicarles directamente a sus casas una multa de 500 euros, especificando obviamente los motivos de la infracción.
La operación costará al ayuntamiento unos 5.000 euros al mes, dinero que servirá para pagar la vigilancia y asistentes sociales. La media de prostitutas que trabajan en Roma durante el invierno es de 1.500, y en verano llegan a 2.500.
El proyecto del alcalde ha desencadenado un sinfín de reacciones y polémicas. Contrarios a la iniciativa no son solamente los partidos del centro derecha, en la oposición, sino también de la mayoría del centro izquierda. Diputadas de su misma fuerza política, el Partido Democrático, han escrito al alcalde señalando que «rechazan con firmeza la propuesta porque así se favorece la prostitución». El diario del Vaticano, «L’ Osservatore Romano», lo considera un escándalo: «Indignados y escandalizados por la incapacidad de combatir la ilegalidad», escribe «L’ Osservatore». Incluso el delegado del gobierno en Roma, Giuseppe Pecoraro, se ha opuesto al alcalde: «Esas áreas no están permitidas por la ley, el crearlas supone favorecer la prostitución».
En Italia, el mercado del sexo genera ingresos que van desde 150 a 250 millones de euros al mes. En Roma, su alcalde quiere que sea libre creando una especie de gueto. La escritora Dacia Maraini, en un largo artículo publicado en el «Corriere della Sera», se muestra también indignada contra el proyecto del alcalde romano, y al analizar lo que representa la prostitución como nueva esclavitud, escribe: «No sirven guetos, sino lecciones en la escuela».
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