De cara de modelo y tacones de vértigo a chica sin estereotipos
Una artista de Tasmania rescata muñecas de segunda mano y las transforma para darles un aspecto natural y abrir así un debate sobre la mujer en la sociedad de hoy
Las muñecas «Bratz» impresionan hasta aquella generación que jugó con las «Barbies». Estas últimas son extremadamente delgadas, están excesivamente maquilladas y se alejan del tipo de mujer que puede verse en la calle, en el trabajo o en casa. En resumen: artificialidad pura.
Pero el caso de las «Bratz» es aún peor. Y no por falta de criterio de los fabricantes sino porque, aparentemente, el canon de belleza está cada vez más alejado de una mujer natural. Las muñecas actuales se caracterizan por estar maquilladas casi como si fueran artistas de circo, tener una cintura extremadamente pequeña, cabezas gigantes, caras de modelo, tacones de vértigo y ropa que probablemente ningún padre querría verle puesta a una hija, por lo menos hasta los 18.
Una artista de Tasmania (Australia) ha decidido ofrecer otra visión de la mujer a las niñas (incluida su hija) y por ello, y con el afán de reutilizar lo que otros tiran, ha rescatado de tiendas de segunda mano muñecas para darles una transformación total: nuevo pelo, nueva cara, nueva ropa, en definitiva, una imagen completamente alejada de los estereotipos. Estas muñecas apenas tienen maquillaje, el pelo es el de recién salidas de casa (y no de tres horas de peluquería) y la ropa, hecha a mano, es la que pudiéramos verle a cualquier mujer en la calle.
Los pies en la tierra
«Estas muñecas han sido rescatadas y rehabilitadas de tiendas de segunda mano y mercadillos de toda Tasmania. Han recibido un cambio "tree change" (nombre del proyecto) basado en reemplazar ese estilo tan exigente de glamour y ostentación por otro más basado en los "pies en la tierra". He vuelto a maquillar sus rostros, les he hecho nuevos zapatos y mi madre cose y teje su nueva ropa», explica Sonia Singh, la artista de 34 años en su blog.
Además, la artista reconoce que ha crecido con cuatro hermanas en Tasmania al aire libre y siempre con juguetes de segunda mano o hechas a mano. Por eso, su idea, al rescatar estas muñecas es también darle uso a objetos que otros han decidido tirar, explica Singh.
Debate sobre la mujer
El proyecto de la artista, llamado « Tree Change Dolls » es reciente pero no ha dejado a nadie indiferente. Se abrió una cuenta en Tumblr el pasado 15 de febrero por la insistencia de su socio, aunque reconoce que «sentía vergüenza por jugar con muñecas con 34 años», explica a Dailylife. Las primeras fotos fueron todo un éxito. Para ese entonces tenía 12 muñecas y la transformación de cada una se prolonga varias horas. Por eso, y para no quitarle tiempo a su hija, está pensando en abrir una tienda, Etsy, que verá la luz el próximo 15 de febrero.
Si bien la artista no ha «convivido» con muñecas Bratz reconoce que hay espacio para una gran variedad de muñecas diferentes aunque señala que sin lugar a dudas hay una grieta en este mercado. Incluso, como sabe que debido a la demanda que está teniendo no podrá responder a todo, espera que su trabajo sirva de inspiración para hacer un verdadera revolución con los juguetes de segunda mano, señala en Dailylife.
La artista cuenta que ha recibido un correo de una mujer en Latonoamérica que le decía que tenía un hijo y que le hubiera gustado que creciera en un mundo donde este tipo de muñecas fuera valorado por las niñas y aludió a la percepción de la mujer en su país. «Creo que concierne a todos los padres. Estoy muy feliz de que mi trabajo inspire a la gente en cuanto a las muñecas y juguetes pero generando debates sobre la mujer en la sociedad».
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