La pesadilla de «ganar» la Lotería y no recibir un solo euro

¿Qué pasaría si entre los ganadores hay un número no premiado? ¿Cómo se repasa la lista de premior para estar seguros de que no hay ningún error?

La pesadilla de «ganar» la Lotería y no recibir un solo euro RAFAEL CARMONA

A.S.M.

Imagínese que usted es el poseedor del número 62420 de la fracción 2ª y de la serie 3ª, agraciado con el premio especial al décimo de 1.200.00 euros, en el sorteo de la Lotería Nacional del pasado jueves, celebrado en Madrid. Tras el subidón inicial de adrenalina, la botella de cava descorchada y un sinfín de rebosantes abrazos de alegría, acude a la Administración y le dicen que no, que ese boleto no es el agraciado. «Disculpe, pero ha debido de haber un error. La máquina no lo da como válido». Este prototipo de afirmación es el pistoletazo de salida al shock que tendrá que soportar cuando empiece a asimilar que no recibirá un solo euro.

Desde el Departamento de Prensa de la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado explican las medidas para evitar cualquier error a la hora de realizar el procedimiento previo a la publicación, «durante el sorteo existe una mesa auxiliar donde cuatro personas comprueban que la grabación de la lista tomada 'al oído' coincide con las bolas insertadas en los alambres de las tablas. Posteriormente se procede a una segunda revisión de las tablas con las listas provisionales por parte del personal que ha compuesto cada una de las mesas de control de la que forma parte un funcionario de la Intervención General del Estado. A continuación, un grupo de 14 personas realizan una tercera verificación antes de proceder a divulgar los resultados oficiales».

Tres mecanismos auxiliares que tienen como fin evitar la ficticia escena desarrollada al principio del texto. Pero ¿qué pasaría si en la lista de los ganadores hay un número no premiado? « Según las normas que regulan la lotería nacional, para el pago de premios sólo hacen fe las listas de números premiados que SELAE imprime y circula. Todo otro documento o anuncio no es más que noticia privada, sin carácter oficial». A pesar de que los canales de comprobación parecen claros, no todo el mundo parece conocerlos. Es por ello que ante cualquier incidencia siempre hay una respuesta, «el participante que lo considere necesario podrá interponer una reclamación ante SELAE».

Una vez que se produce la fatalidad, el cliente poseedor del número de la discordia debera proceder siguiendo los cauces establecidos, «presentada la oportuna reclamación y a la vista de las pruebas aportadas se resolvería en consecuencia».

Según revela a ABC.es un trabajador de una Administración de Lotería de un municipio de la Comunidad de Madrid, no son pocos los clientes que han sufrido un percance de este tipo o similar . Desde números que a priori habían resultado agraciados y luego la máquina no los daba como válidos, hasta un caso donde una persona acudió el año pasado con su décimo premiado... pero de 2011.

Millonario por sorpresa

Sin embargo no todo son confusiones desagradables. El pasado miércoles se conoció el caso de un francés que creía haber ganado 5.000 euros en el sorteo de lotería denominado Euromillón del pasado 2 de diciembre y que en realidad recibió la noticia de que había sido premiado con casi 73 millones de euros (unos 84 millones de dólares). El hombre se enteró de que era millonario cuando fue a cobrar el boleto premiado a un estanco a finales de la primera semana de enero, momento en el que le indicaron que no se lo podían pagar allí debido a la cantidad elevada que le correspondía.

El ganador del mayor premio de lotería en Francia en 2014, un padre de familia de Estrasburgo (noreste de Francia), se había abonado a jugar durante un mes dos veces por semana a razón de 2,5 euros en cada ocasión con una parrilla en la que es una máquina la que elige por la persona los números de la suerte. Una vez terminado el abono, llegaron las fiestas de Navidad y el hombre no tuvo tiempo de ir a verificar si había conseguido algún premio, según el diario francés «Le Parisien», hasta que ya entrado enero -y cuando quedaban tres semanas del plazo de 60 días para que el boleto caducara- acudió al estanco Rami de la capital alsaciana con la idea de que se llevaría 5.000 euros.

El comerciante que le atendió, sin embargo, le informó de que la cantidad que le correspondía sólo la podría cobrar en un centro de pago de la Française des Jeux (FDJ). Y cuando llegó a ese centro, le dijeron que le esperaban, y que en realidad había logrado el séptimo mayor premio en la historia de los juegos de azar en Francia.

La pesadilla de «ganar» la Lotería y no recibir un solo euro

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