La deforestación en los trópicos afecta a los cultivos a miles de kilómetros de distancia
Un nuevo estudio advierte que la productividad agrícola está en peligro por el calentamiento y la alteración de los patrones de precipitación inducidos por la deforestación
La deforestación no solo provoca la emisión de dióxido de carbono a la atmósfera, sino que también provoca importantes cambios en las precipitaciones y en el aumento de las temperaturas en todo el mundo, unos efectos que son tan potentes como los causados por las actuales emisiones de dióxido de carbono procedentes de otras actividades humanas. Así se desprende de una investigación, publicada en « Nature Climate Change », que revela también que el futuro de la productividad agrícola en todo el mundo está en peligro por el calentamiento y los patrones de precipitación alterados por culpa de la deforestación.
El informe proporciona el análisis más completo hasta la fecha de los impactos climáticos que tiene la destrucción del bosque tropical en la agricultura tanto en las zonas tropicales como a miles de kilómetros de distancia. En concreto, el estudio revela que la deforestación en América del Sur, el sudeste de Asia y África puede alterar las condiciones de cultivo en las zonas agrícolas de las regiones tropicales y también de zonas lejanas como el Medio Oeste de Estados Unidos, Europa y China.
El informe presenta evidencias de que la deforestación tropical ya está afectando al clima a nivel local y regional. Así, los datos meteorológicos muestran que en Tailandia el comienzo de la estación seca está experimentando menos lluvias debido a la deforestación. Y en algunas partes de la Amazonia, la mayor extensión de selva tropical del planeta, el patrón de lluvias antes predecible ha cambiado debido a la deforestación. En las regiones deforestadas, la temporada de lluvias se retrasa unas dos semanas, mientras que en las regiones boscosas no se han detectado cambios. Los investigadores estiman que la deforestación puede llevar a una reducción de las precipitaciones de un 10-15 por ciento en la región circundante donde se produjo la deforestación.
Impactos globales
Pero los impactos de la deforestación tropical también son globales. El estudio predice que los impactos atmosféricos resultantes de la completa deforestación tropical podrían llevar a un aumento de la temperatura global de 0,7 grados centígrados. Además, las llamadas «teleconexiones», asociadas al movimiento de las masas de aire y a las condiciones en las capas altas de la atmósfera, tienen el potencial para extender los impactos globalmente.
Por ejemplo, la deforestación total de la cuenca del Amazonas probablemente reduciría las precipitaciones en el Medio Oeste, Noroeste y parte del sur de Estados Unidos durante la temporada agrícola, mientras que la deforestación completa de África central podría provocar la disminución de las precipitaciones en el Golfo de México, en algunas zonas de Estados Unidos y en el sur de Europa y, por el contrario, aumentarlas en la Península Arábiga.
El estudio es la única síntesis global sobre los impactos locales, regionales y globales de la tala de los bosques tropicales, que regulan las interacciones entre la Tierra y su atmósfera. A pesar de ello, los investigadores creen que hasta ahora los negociadores en la lucha contra el cambio climático no han tomado muy en cuenta a la deforestación.
Para Deborah Lawrence, profesora de Ciencias Ambientales de la Universidad de Virginia y autora principal del estudio, «la deforestación tropical propina un doble golpe al clima y a los agricultores. La mayoría de la gente sabe que el cambio climático es un problema global peligroso, y que es causado por la emisión de carbono a la atmósfera, pero resulta que la eliminación de los bosques altera la humedad y el flujo de aire, lo que lleva cambios que son peligrosos y ocurren de manera inmediata. Y los impactos van más allá de los trópicos: Reino Unido y Hawai podrían ver un aumento en las precipitaciones, mientras que el Medio Oeste de los Estados Unidos y el sur de Francia podría ver una disminución».
Como explica Lawrence muy gráficamente: «A menudo se habla de los bosques tropicales como los pulmones del planeta, pero son más bien las glándulas sudoríparas: ellos emiten una gran cantidad de humedad, lo que ayuda a mantener fresco el planeta, pero esa función esencial se pierde e incluso se revierte cuando se destruyen los bosques».
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