El diésel enfrenta a la ministra de Ecología y a la alcaldesa de París
Ségolène Royal califica de ridículo querer prohibir también el uso las chimeneas
La política antipolución atmosférica anunciada para París enfrenta a su impulsora, la alcaldesa de la capital francesa, Anne Hidalgo, y a Ségolène Royal, ministra de la Ecología y madre de los cuatro hijos del presidente François Hollande. Los dos grandes proyectos de Anne Hidalgo, la prohibición de circulación de los coches con motores diesel para 2020 y la prohibición de hacer fuego en las chimeneas domésticas, han sido recibidos con un largo rosario de reservas, que Ségolène Royal resume de manera muy abrupta: «Prohibir el fuego en las chimeneas de los hogares de París y su periferia es una medida un poco ridícula. Voy a cambiar esa decisión. Hay que ser un poco razonables. No soy favorable a una sociedad de prohibiciones».
La prohibición de hacer fuego en los hogares parisinos -donde hay muchas chimeneas del siglo XIX y principios del XX- solo podría controlarla (con dificultad) la Prefectura de París, y la ministra de la Ecología espera imponer su veto gubernamental a una de las grandes medidas del Plan de Protección de la Atmósfera (PPA) redactado por los servicios de Hidalgo.
La otra gran medida de ese Plan es el proyecto de prohibir la circulación a los coches con motor diesel «en el horizonte del 2020». Prohibir la circulación de los vehículos diesel, en su totalidad, en París y la región parisina, requiere una serie de acuerdos previos entre la alcaldía, el Gobierno y el Gobierno regional... El calendario político pudiera interferirse peligrosamente.
Elecciones en el horizonte
Las próximas elecciones regionales francesas deben celebrarse el año próximo. No es nada segura la reelección de la mayoría regional socialista. Las próximas elecciones legislativas y presidenciales deben celebrarse el 2017. Y tampoco es segura la reelección de una mayoría gubernamental socialista.
En París y su periferia, prohibir la circulación de coches con diésel tiene otro tipo de problemas, técnicos y de aplicación práctica. La «transición energética» de la capital francesa y su área metropolitana no solo depende de las relaciones del municipio con el Estado. Para desbrozar el proyecto, la alcaldía de París debe comenzar un largo rosario de negociaciones con los municipios de la periferia, de la más diversa sensibilidad política.
La imposición de pequeños «controladores» obligatorios, en todos los vehículos con motor diésel, será muy fácil en los coches recién adquiridos. Pero será más compleja para el conjunto del parque automovilístico actual. Quedan por estudiar, igualmente, las condiciones de circulación de los vehículos extranjeros en las autopistas de circunvalación de París y la región parisina.
Anne Hidalgo matizó muy rápido su proyecto «para el 2020» subrayando que «ciertamente, habrá que estudiar algunas excepciones». Hay grandes arterias parisinas (Campos Elíseos, calle de Rivoli, entre otras) donde está relativamente clara la posible prohibición de circulación.
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