Hospitales catalanes de excelencia sanitaria, víctimas de los recortes de la Generalitat

ABC comprueba el deplorable estado que presentan las instalaciones del Vall d'Hebron y Bellvitge, dos de los centros sanitarios públicos más punteros en investigación y clínica

Hospitales catalanes de excelencia sanitaria, víctimas de los recortes de la Generalitat INÉS BAUCELLS

ESTHER ARMORA

De cara a la galería, son hospitales punteros en clínica e investigación, reconocidos por las revistas científicas más prestigiosas; aunque por dentro parte de sus instalaciones ofrecen una imagen a años luz de la excelencia. Algunos centros sanitarios catalanes de máximo nivel, habituales en los rankings internacionales por su calidad asistencial y sus reconocidas aportaciones científicas, tienen carencias básicas en sus infraestructuras como consecuencia, según denuncian los trabajadores, de la falta de inversión de la Generalitat en los últimos años. En algunos de ellos, el estado de parte de sus infraestructuras recuerda al de hospitales «tercermundistas», lo que, según los sindicatos, «atenta contra las bases mínimas de higiene y seguridad asistencial».

Uno de los casos más chocantes, denunciado por los trabajadores del centro, es el del Hospital de Bellvitge de Barcelona. En la sexta planta del centro, destinada a la cirugía digestiva, apareció en octubre un hongo en el techo debido a una mancha de humedad que permaneció durante meses sin reparar. Según denuncia una empleada del hospital, que ha pedido preservar su identidad por temor a represalias, la situación del centro ha ido a peor en los últimos años, coincidiendo con los drásticos ajustes que el departamento de Salud les obliga a realizar.

Este hospital, al que se encuentra vinculado el Instituto de Investigación Biomédica (Idibell) , uno de los más citados en las grandes revistas científicas como «Nature» o «Science», ha sido últimamente noticia por el cierre de camas, el aumento de las listas de espera y la precariedad laboral denunciada por sus trabajadores. Los sindicatos del hospital aseguran que la falta de inversión ha conducido al centro a una situación límite que «requiere una actuación de urgencia». «Las condiciones laborales han empeorado de forma drástica y las infraestructuras también», afirman.

Al margen de situaciones rocambolescas como la aparición de un hongo en el techo de una planta, en este hospital «hay problemas estructurales de falta de mantenimiento que han hecho que este verano se traspasen todas las líneas rojas», afirma la trabajadora denunciante.

Cucarachas y ratones

«Por primera vez, hemos encontrado cucharas en plantas de hospitalización y también hemos visto un ratón detrás de la máquina de agua de una de las plantas», denuncia una enfermera que lleva más de una década empleada en el hospital de Bellvitge. Este centro de referencia del Instituto Catalán de la Salud (ICS), uno de los más antiguos de la red pública,«ha invertido en algunas zonas de nueva construcción, pero hay plantas del área central del hospital que llevan años sin modificarse», según los sindicatos.

La planta de «Cuéntame»

A quien no lo crea, le invitan a que se dé un paseo por la planta -1, a la que los propios trabajadores han bautizado como «la planta de Cuéntame» -por la estética de la serie televisiva- porque, según dicen, «apenas ha variado desde esos años». «Entras allí y parece que estés realizando un viaje en el tiempo». Los empleados mantienen que, pese a que el centro confirma que se ha invertido en mantenimiento, «el efecto de esta inversión, al menos en el edificio central, apenas se aprecia».

Denuncian también la deficiente conservación de los filtros del aire acondicionado y las conducciones básicas. «Ahora están empezando a cambiarlo porque este verano hemos tenido muchos problemas de mosquitos. Y eso en una planta de cuidados intensivos no es aceptable», apunta una empleada.

El ICS se defiende

Desde el hospital y la gerencia del ICS niegan esa falta de inversión, palpable en las imágenes del reportaje, y aseguran que «el gasto anual en limpieza de edificios es de unos 7,7 millones de euros» y que en control de plagas también «se invierten anualmente unos 34.000 euros». Añaden que «el mantenimiento de los edificios, instalaciones y exteriores tiene un coste anual de 1,7 millones de euros».

Según el hospital, «en mantenimiento, reparación y conservación de mobiliario y otro material inmovilizado se invierten anualmente más de 170.00 euros». Los sindicatos aseguran que estas cifras «se concentran en el nuevo edificio de urgencias, pero aún no han llegado al edificio principal, donde hay plantas con problemas de salubridad».

El complejo hospitalario más grande

Otro caso flagrante, denunciado por los sindicatos, es el del Vall d’Hebron de Barcelona , otro de los históricos centros del ICS y reconocido esta misma semana como uno de los cinco centros sanitarios españoles, junto con los hospitales de La Paz y Gregorio Marañón (Madrid), el Clínic (Barcelona) y el Hospital La Fe (Valencia), con mayor reputación de España . Este hospital, el complejo hospitalario más grande de Cataluña, con 22 edificios y más de 7.000 empleados, también habitual de las grandes publicaciones científicas por su investigación en Oncología, tiene igualmente deficiencias importantes en infraestructuras.

Este diario ha podido constatar el «deplorable» estado en el que se encuentran los baños de la sala de espera de urgencias de su Hospital de Traumatología. Son, además, los dos únicos que pueden utilizar los pacientes y sus familiares cuando esperan para ser atendidos.

En la primera imagen, facilitada a ABC por un trabajador del hospital, se aprecia una sólida mancha de óxido que rodea al inodoro. Además del óxido del suelo se observa también la mala conservación exterior de las tuberías y las huellas de la humedad. En una imagen posterior, tomada esta semana por ABC, se nota que se ha limpiado ligeramente el suelo, pero sigue habiendo humedades en el techo del sanitario, problemas que se arrastran desde hace años.

Las partidas menguan

Se trata solo de una muestra del estado en el que se encuentran algunas zonas del recinto sanitario. «Se ha hecho una conservación mínima porque cada vez tienen menos presupuesto y deben repartirlo entre más conceptos», denuncia en declaraciones a ABC Carmen Martínez, portavoz de la sección sindical de UGT en el hospital. Los trabajadores llevan años denunciando la situación del hospital debido a los continuos ajustes en la partida pública que les corresponde, recortes que «han llevado al centro a tener un problema real de camas que impacta en las urgencias», según afirma otro trabajador del hospital.

La dirección de Vall d’Hebron reconoce, con las cifras que aporta, que ha habido recortes en la partida destinada a instalaciones y equipamientos (en 2013 fueron 940.000 euros y este año 925.000). Pero advierte que, al margen de esta partida, en el período 2013-2014 el hospital ha invertido 2,1 millones en obras de mejora y reparaciones».

Desde la dirección del ICS, remiten a los hospitales y aseguran que son ellos los que deciden qué partida dedican al mantenimiento de infraestructuras dentro del presupuesto que reciben de la Generalitat.

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