Resuelven la misteriosa desaparición de cerebros de la Universidad de Texas
Tras una investigación abierta por la institución académica han desvelado el paradero del centenar de frascos que habían desaparecido

No se trató de un robo ni fueron utilizados por estudiantes u otras personas para gastar bromas, tal y como se había especulado. La realidad es mucho más sencilla, según han desvelado desde la Universidad de Texas tras abrir una investigación para averiguar el paradero de un centenar de cerebros que tenían guardados en frascos y que habían desaparecido misteriosamente.
Las decenas de cerebros humanos perdidos del un laboratorio de investigación de Austin en realidad fueron destruidos hace aproximadamente 12 años porque estaban en malas condiciones.
La universidad emitió el miércoles un comunicado indicando que trabajadores ambientales se deshicieron de entre 40 y 60 frascos, algunos de ellos con varios cerebros, después de que el personal docente asegurase que los especímenes no eran adecuados para la investigación ni para propósitos educativos.
Según la universidad, la institución llegó esa la conclusión después de una investigación preliminar , en la que también se llegó a la conclusión de que «no existe evidencia que respalde las afirmaciones de que uno de los cerebros presuntamente perdidos pertenecía a Charles Whitman», que mató a 16 personas al disparar al azar desde la torre de la universidad en 1966.
El Hospital Estatal en Austin transfirió los frascos con cerebros a la universidad hace 28 años bajo un acuerdo de «posesión temporal».
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