La primera vuelta al mundo en avión solar

Este miércoles llega a Madrid uno de los cofundadores del proyecto de dar la vuelta al mundo en un avión impulsado por el Sol

La primera vuelta al mundo en avión solar efe

alejandro carra

Ser un pionero es querer llegar donde otros ni siquiera imaginan. Cuando el psiquiatra suizo Bertrand Piccard, hijo y nieto de una saga de aventureros, finalizó con éxito su vuelta al mundo en globo en 1998 y se embarcó en el reto de hacer volar un avión exclusivamente con energías renovables, nadie le creyó. Todos los ingenieros aeronáuticos le dijeron que era imposible.

Todos, menos uno, André Borschberg. Este graduado en el MIT también estaba convencido de que «el compromiso humano unido a las nuevas tecnologías puede cambiar realmente el mundo». Así, en 2003, los dos pioneros presentaban su proyecto Solar Impulse en la Escuela Politécnica de Lausana y en 2010 conseguían que el avión volase durante 24 horas ininterrumpidas. Después vendrían el vuelo desde Suiza a Marruecos en 2012 y el salto desde San Francisco a Nueva York, atravesando EE.UU. de oeste a este en 2013.

Este próximo miércoles, Piccard viene a Madrid para explicar el vuelo más ambicioso del Solar Impulse. Visionario, pero también perseverante e incansable porque se alimenta del sueño de las energías limpias, Bertrand no se cansa de explicar en sus conferencias que «cuando era niño, veía a mi padre sumergirse hasta el punto más profundo del océano. Esa fue mi primera inspiración. Por eso con la exploración científica quiero impulsar a otros a lograr lo imposible». Y en esta ocasión, ese «imposible» consiste en dar la vuelta al mundo, saliendo desde Dubái, atravesando Asia, el Pacífico, Estados Unidos, el Atlántico, Europa y el norte de África, para llegar de nuevo a Dubái.

Para conseguirlo, los dos pilotos se turnarán a los mandos del Solar Impulse 2, una versión mejorada del primer modelo pero que por cuestiones de peso no cuenta con cabina presurizada ni climatizada. A 8.500 metros de altitud, los dos pilotos tendrán que enfrentarse a condiciones de frío extremo y ausencia de oxígeno durante 500 horas de vuelo. Y cuando atraviesen el océano, lo harán en solitario. Lindbergh tardó poco más de 33 horas en cruzar el Atlántico en 1927. Piccard y Borchsberg tardarán cada uno de ellos cinco días y tendrán que volar solos (la cabina solo tiene espacio para un piloto) cuando afronten primero el Pacífico, y después del Atlántico.

Ese momento será uno de los puntos críticos de la aventura. «El gran reto del Solar Impulse 2 son los saltos transoceánicos que debemos afrontar. No llevaremos copiloto para turnarnos en el descanso y la clave estará en la meditación y las técnicas de autohipnosis para ralentizar nuestras pulsaciones y dormir en unos pocos minutos», explicaba Borchsberg poco antes de realizar en 2013 –con éxito- un ensayo de 72 horas en el simulador del Solar Impulse 2. Con estas técnicas, ambos pilotos conseguirán desconectar, sin dormir profundamente, durante lapsos de veinte minutos que les permitirán dormir, en total, 3 horas por cada 24.

La experiencia de cruzar los EE.UU.

En 2013, Piccard y Borchsberg atravesaron los Estados Unidos desde San Francisco a Nueva York con el Solar Impulse 1. La aventura de sobrevolar durante casi 106 horas 5.650 kilómetros del territorio estadounidense duró (con las escalas) dos meses, del 3 de mayo al 6 de julio. En esta ocasión se batieron récords de la aviación como el de mayor distancia recorrida en un salto por un avión solar, que quedó establecido en 1.506 kilómetros tras el vuelo entre Phoenix a Dallas.

El resto de las etapas transcurrieron entre San Luis (Missouri), Cincinnati (Ohio), Washington D.C. y, finalmente, Nueva York. Una vez finalizado con éxito el reto de cruzar el país, el HB-SIA fue desmontado, cargado en un Jumbo y llevado de regreso a Suiza. Bertrand Piccard reconoció que «el prototipo del Solar Impulse que hemos usado es capaz de volar a través de un continente, pero no de sobrevolar el océano. Por eso lo hemos traído de vuelta a bordo de un avión de carga. La segunda versión, el HB-SIB, volará sobre el Pacífico y el Atlántico en su vuelta alrededor del mundo en 2015. Con ello, habremos impulsado el uso de las tecnologías limpias a su último peldaño»

La primera vuelta al mundo en avión solar

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