El «chicle negro» y otras golosinas de la infancia de los lectores de abcdesevilla.es

La pizquilla es la chuchería más recordada, seguida de chicles como Cheiw o Bazooka

El «chicle negro» y otras golosinas de la infancia de los lectores de abcdesevilla.es

l.r.

La reacción en las redes sociales a la noticia de la liquidación de la empresa de golosinas Fiesta no se ha hecho esperar. Si ayer hacíamos un viaje por los caramelos que no faltaban en los patios de los colegios en los 80 y 90 , hoy queremos reflejar cuáles son los que causan más nostalgia a los lectores de abcdesevilla.es.

@F_Guitard recuerda con especial cariño el chicle Cheiw de canela y el «chicle negro» un trozo de goma de mascar del color del alquitrán que fabricaba la empresa Chicles Americanos, afincada en Madrid. El chicle Cosmos (que era su nombre auténtico) tenía sabor a regaliz y en su envoltorio aparecía un astronauta en el espacio.

@mariosamsung cuenta que de pequeño su chicle favorito era el Boomer. Esta goma de mascar la había en diferentes variedades, todas ellas desaparecidas . Además de los clásicos sabores fresa y menta, la marca lanzó otros más raros como melón, sandía o coca-cola e incluso regaliz o natillas. Mención aparte merece el Kilométrico, un chicle interminable que había que ir desenrollando para comerlo y que era por tanto más caro.

@casavisita y @NoemiMoreno35 daban mediante Twitter la grata noticia de la que las Pizquillas siguen existiendo, lo que está aún por confirmar es que se vendan en todas sus variedades, ya que además de las naranjas con sabor a queso, las había amarillas y con sabor a bacon.

Las pizquillas ganan por goleada el ránking, pero los lectores también hacen mención a golosinas de pica pica, como los vasitos Candy y a productos más antiguos como el chicle Bazooka, los Dunkins, los clásicos Palotes o el Chupa chups. En el terreno de los caramelos destacan los de cuba libre, que junto a los Snipe de nata eran unos de los más famosos. En cuanto a los empaquetados, el arroz inflado Monchito era uno de los complementos al bocadillo en el patio del colegio. Las bolitas de anís metidas en los envases más rocambolescos y los heladitos de azúcar son también auténticas reliquias del mundo de las chucherías.

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