El laboratorio Glaxo admite que su vacuna contra el ébola no estará lista hasta 2016
Reconoce que se equivocó al acordar con la OMS un retraso en las investigaciones
La multinacional farmacéutica británica GlaxoSmithKline reconoció ayer que la vacuna contra el ébola en la que trabaja no llegará a tiempo para atajar la epidemia en curso y que no será totalmente eficaz hasta el 2016. Así lo asumió el jefe de su equipo de investigación, el doctor Ripley Ballou, en una entrevista con la BBC. Los equipos de Glaxo aseguran que están haciendo un esfuerzo inédito para intentar «conseguir en doce meses lo que normalmente se hace en diez años». La compañía, que lleva a cabo el proyecto en sus laboratorios cercanos a Bruselas, ha retirado a 20 investigadores de su programa contra la malaria para centrarlos en el ébola, fuera de control en África Occidental, donde ha matado a 4.500 personas e infectado a más de 9.000.
El doctor Ballou ha reconocido que su compañía y la Organización Mundial de la Salud han reaccionado tarde. En marzo, Glaxo se dirigió a la OMS para ofrecerse a impulsar una vacuna , pero tras analizar el estado de la enfermedad en África concluyeron que lo mejor era seguir chequeándola y esperar. «Tardamos demasiado en apretar el gatillo», dice ahora Ballou. Aquel mes el problema parecía focalizado: solo cien casos en Guinea y el temor de que pudiese saltar a Liberia y Sierra Leona, como ha ocurrido. La OMS consideró entonces que lanzarse a por la vacuna podía suponer una distracción de energías, y que lo mejor era centrar esfuerzos en medidas profilácticas y de control del foco de Guinea. En agosto fue cuando por fin la OMS entró en contacto con Glaxo para pedirle que se lanzase a la investigación.
Ante la alarma que ha suscitado la epidemia tras tocar Occidente, con muertos y contagios en Estados Unidos y España, se ha iniciado una carrera contrarreloj por la vacuna, aunque Médicos Sin Fronteras criticó ayer la tardanza con la que ha empezado: «Escuchar a Glaxo que la vacuna llegará ‘demasiado tarde’ es decepcionante». «La situación es desastrosa y una vacuna podría ser el punto de inflexión. Los países deben asumir su rol y promover incentivos para facilitar el desarrollo veloz de la vacuna», añadió la ONG en un comunicado.
Por otra parte, ayer zarpó el navío médico de la Armada Británica «RAF Argus», dotado con cien camas y tres helicópteros, que lleva a bordo personal sanitario con destino a Sierra Leona.
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