Legionela letal en Cataluña: diez muertes en un solo mes
La Generalitat sigue sin aclarar el origen del brote de Sabadell, uno de los peores de la historia de esta comunidad
El foco mediático sigue apuntando a Madrid, donde Teresa Romero lucha desesperadamente en el Hospital Carlos III para arrebatarle al virus del ébola el control de su vida, pero Cataluña lleva más de un mes con las alarmas disparadas por uno de los brotes de legionela más devastadores de las últimas décadas, que en un solo mes ya s e ha cobrado diez vidas en Sabadell y Ripollet (Barcelona), los dos focos declarados de la infección.
Ébola 0 - legionela 10, es el resultado sobre el terreno en este último mes de dos infecciones causadas por dos virus muy diferentes, con desigual impacto social. El brote de Sabadell, uno de los más virulentos declarados en el registro epidemiológico de Cataluña, pasará a la historia como el más mortífero y que más preocupación ciudadana ha generado por la desinformación y la gestión caótica de la crisis por parte de las autoridades sanitarias.
Más de cuarenta días después de la notificación del primer caso en la capital vallesana, el pasado día 5 de septiembre, la Generalitat aún no ha dado con el origen de la infección en esta localidad en la que se han detectado la mayoría de las casi 50 infecciones registradas hasta la fecha y seis de las defunciones.
Diez fallecidos (seis en Sabadell y cuatro en Ripollet) y más de una cuarentena de infectados, cuatro de ellos hospitalizados y uno muy grave, es el último balance de una «nefasta» gestión por parte las autoridades sanitarias que ha obligado al consejero de Salud de la Generalitat, Boi Ruiz, a dar explicaciones en el Parlament.
Partidos políticos y sociedad civil forzaron la comparecencia del titular de Salud ante la Cámara catalana el pasado día 9 de octubre. Los principales partidos de la oposición le recriminaron el «mutismo» durante toda la crisis y su «ineficiencia» y «falta de transparencia» en el control de la infección.
El consejero de Salud, Boi Ruiz, se permitió bromear con la infección de ébola
En plena vorágine de críticas y en el ecuador de la polémica, el consejero se permitió bromear con la infección de ébola. Invitó a los diputados asistentes en tono jocoso a abandonar la sala porque el día anterior había estado en Madrid . La «gracia» del consejero avivó aún más la polémica. «En lugar de dar explicaciones por el desastre de su gestión se permite hacer gracias con el ébola. Deberíamos recordarle que, de momento, el ébola no se ha cobrado ninguna vida en España, mientra que la legionela ya lleva diez muertes», indicaron portavoces del PPC. En esa misma comparencia, en la que los diputados esperaban conclusiones sobre el origen del brote, Ruiz siguió sin despejar incógnitas y anunció las dos últimas muertes por la infección.
«Somos como el CSI»
Apenas tres días después, el lunes, el responsable de Salud Pública, Antoni Mateu, seguía esquivando las preguntas en una comparecencia ante los medios para informar sobre la campaña de gripe de este año. «La investigación está resultado compleja» alegaba. «Somos como el CSI: hasta que no dispongamos de pruebas contundentes no podemos actuar», añadía en respuesta a las insistencia de los medios respecto al aún desconocido origen del brote. Ante la falta de pruebas contudentes, están los resultados implacables de una infección, a la que aún no se le ha puesto apellidos y que ha arrebatado la vida a una decena de personas, la más joven de sólo 45 años.
«Somos como el CSI: hasta que no dispongamos de pruebas contundentes no podemos actuar»
La Generalitat se escuda en «la heterogeneidad de los análisis moleculares» de las muestras que han tomado en cuarenta circuitos de refrigeración de 19 instalaciones de la capital vallesana. Alega, asimismo, que la mayoría de los fallecidos ya padecían otras patologías previas y eran de edad avanzada. La respuesta de la Administración no ha hecho más que abonar la indignación de los ciudadanos de estas dos poblaciones que desde hace semanas viven con la angustia que produce la incertidumbre y la falta de información.
El único dato apuntado, aún por confirmar, es el origen del brote secundario en Ripollet, un camión de riego que pertenece a una empresa subcontratada por el Ayuntamiento de esta localidad. En Sabadell, las investigaciones apuntan a una torre de refrigeración de la empresa Tratamientos Térmicas Carreras como el foco de la infección, aún que están pendientes aún muestras por analizar.
Ante tanta inconcreción y la creciente presión mediática y ciudadana, la Fiscalía de Sabadell ha abierto diligencias sobre el episodio infeccioso. Pretende determinar si ha habido negligencias en la propagación de la enfermedad, sospecha que le trasladó al ente fiscal la asociación Defensor del Paciente, que la vincula con los "recortes en personal en las medidas de control".
Este martes, el Govern daba por controlada, desde el punto de vista epidemiológico, la infección en Sabadell en su último comunicado. En la misma nota dejaba claro, sin embargo, que no se ha cerrado el origen de la infección y que «no descarta» que «puedan aparecer más casos aislados». Fue una más de las inconcreciones que durante cuatro semanas han abonado la alarma ciudadana en la comarca del Valles Occidental. Falta de datos, informaciones a destiempo y comunicados contradictorios han sido la tónica durante todos estos días de creciente tensión.
Impresiones y «solo eso»
Desde que se declaró la infección la Generalitat se ha movido en terreno pantanoso. Lejos de aportar conclusiones determinantes ha ido apuntando «impresiones» que han alimentado la incertidumbre, según denuncia el PPC.
Desde un primero momento, las autoridades apuntaron que trabajan sobre la hipótesis de que se tratara de dos focos diferentes (en Ripollet y Sabadell) solapados en el tiempo y con radios de acción colindante. No descartaron, sin embargo, estar frente a «un mismo brote» de gran extensión. Tampoco aclararon el mecanismo de propagación.
En caso de confirmarse un mismo brote, barajaron la probabilidad de que «la fuente contaminante de Sabadell generara una emisión de aerosol tan potente que, propagada por el fuerte viento, recorriera los once kilómetros que separan a las dos poblaciones». El tercer escenario no descartado hasta el final y que aumentó la incertidumbre es que la torre contaminante de Sabadell emitiera la infección a gran distancia y llegara a otra torre de Ripollet.
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