Un accidente «fortuito» y un hospital que «no está diseñado» para el ébola
Dos expertos de la Unión Europea confirman que los protocolos y la protección de los profesionales del Carlos III son adecuados
Las primeras impresiones de los dos expertos enviados por la Unión Europea para investigar el primer contagio de ébola en territorio europeo, apoyan los protocolos y la actuación médica realizada, según ha informado el Hospital La Paz-Carlos III de Madrid tras la visita de los enviados europeos.
A falta de la elaboración del informe oficial, los técnicos del Centro Europeo para el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) respaldan el manejo del caso, aunque también señalan deficiencias en las instalaciones del hospital elegido como centro de referencia en España para el ébola. Han trasladado que la infraestructura del Carlos III «no está diseñada para cubrir este tipo de emergencias», siempre según las mismas fuentes porque el informe oficial aún no se ha redactado.
Los especialistas del Carlos III están acostumbrados a tratar enfermedades infecciosas tan dispares como el VIH, la malaria, la gripe A o el VIH. Pero el virus del ébola le cogió al centro en el peor momento, con una infraestructura anticuada y a punto de convertirse en un centro sanitario de larga y media estancia de enfermos crónicos, como el que ya tiene la Comunidad de Madrid en Cantoblanco.
Centro improvisado
El Carlos III se improvisó como centro de referencia para el tratamiento del ébola. En él se atendió a los dos misioneros infectados repatriados y se contagió la auxiliar de Enfermería Teresa Romero. Fue la primera transmisión de la infección en occidente y la que encendió las alarmas de la Unión Europea.
La única alternativa al Carlos III en Madrid es el Hospital militar Gómez Ulla , pero aún no está preparado. Desde el verano permanece en obras, se está montando una sala, donde a falta de climatización y circuitos especiales, se podrán derivar los próximos casos.
Los expertos del ECDC han examinado la actuación española durante tres días con visitas al Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad y, sobre todo, al Carlos III. Pese a las deficiencias en la infraestructuradel centro han resaltado la actuación de los profesionales sanitarios del Carlos III y de La Paz, los dos centros que han trabajado en la atención de los infectados con ébola. Su actuación es correcta y se ajusta a los protocolos establecidos.
Reconstrucción del caso
Pero entonces, ¿cómo se contagió Teresa?. Los expertos europeos creen que en el mejor de los niveles de protección siempre puede haber un accidente. Se trataría, por tanto, de «un accidente fortuito» que hubiera podido ocurrir aún haciéndose las cosas bien, dicen. De momento, la reconstrucción del caso parece apuntar a un error de la auxiliar de enfermería al quitarse el traje de protección especial con el que atendió al misionero García Viejo. Tras quitarse la escafandra que le protegía la cara pudo rozarse el rostro con un guante infectado con el virus. Con ese sencillo gesto pudo entrar el virus al organismo a través de las mucosas (ojos, nariz, boca). Los expertos del ECDC no han detectado fallos en los sistemas de protección del personal sanitario.
No hay riesgo cero
Al menos, eso es lo cuentan los médicos de La Paz que han acompañado a los expertos europeos. El informe definitivo del Centro Europeo para el Control de Enfermedades se tendrá en los próximos días, asegura el Ministerio de Sanidad. Cuando se conoció la primera transmisión del virus en España, el director del ECDC, Marc Sprenger ya manifestó que estaba convencido de que los protocolos de control de infecciones en Europa eran de alto nivel, pero advertía de que no existía el «riesgo cero». «Es importante entender que el peligro de ébola en Europa sólo se puede eliminar cuando se detenga el brote en África Occidental».
España no es el único país europeo vigilado por el ECDC por el ébola. Este organismo también vigila los protocolos de actuación de otros países que han repatriado a infectados, como el Reino Unido y Alemania. Tras su investigación, Europa considerará las posibles implicaciones sobre el riesgo de transmisión a Europa en su evaluación de riesgos actualizada.
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