misioneros contra el ébola
«Aquí luchamos sin medios»
Los misioneros creen que no hay motivos en nuestro país para dejarse dominar por la histeria y el pánico
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Desde que Teresa Romero, la auxiliar de enfermería contagiada con el virus del ébol a, fuera ingresada en el Carlos III de Madrid, ríos de tinta se han escrito sobre la idoneidad o no de haber repatriado hacia a España a los misioneros Miguel Pajares y Miguel García Viejo. Análisis, siempre realizados por "expertos" de manta, sofá y termo de café, que obvian la realidad del terreno: Ninguno de estos religiosos estaba de vacaciones, ni de safari. Sino operando desde la primera línea de fuego para impedir que la epidemia siguiera extendiéndose de forma mortal.
Las Obras Misionales Pontificias (OMP) de España cifra en 1.585 los misioneros que se encuentran en África. En los países afectados por el ébola también están. En Guinea Conakry hay siete; en Liberia queda uno después de la muerte de Miguel Pajares y en Sierra Leona permanecen tres, el javeriano Luis Pérez, el padre René y José Luis Garayoa.
No son los únicos. Carmen Valle es de las pocas misioneras laicas que hay en la zona. Es psicóloga y llegó por primera vez a Sierra Leona en 2011 acompañando a un grupo de voluntarios de la Facultad de Medicina. Un año después volvió con un proyecto de la UE para implementar los servicios de salud mental en el país. Pero no fue hasta 2012 cuando decidió quedarse allí trabajando para Christian Blind Mission (CBM), una ONG que trabaja con personas discapacitadas. Ahora acaba de ser evacuada y se encuentra a la espera de poder viajar a su próximo destino: Togo.
"A principios de este año la sombra del ébola se nos vino encima y desde entonces todo ha cambiado radicalmente, hasta el punto de que este país es dificilmente reconocible", asegura.
Con más de 2.000 infectados, con menos medios de los necesarios, con miedo en las calles, Sierra Leona se está sumiendo en "una destrucción terrible", señala esta mujer, para quien es "muy llamativo" que una persona enferma por ébola en España "ponga a un país en vilo mientras que 3.000 muertos en África occidental no le lleguen al corazón a la gente". "España no es Sierra Leona. Hay que ser así de pobres y carecer de todo —incluidas cosas tan esenciales como electricidad o agua— para que un brote llegue a semejantes niveles", recuerda.
Por lo tanto asegura que "no tiene sentido dejarse dominar por la histeria y el pánico". "¿De veras hay tanta gente clamando por que trajeron a estas personas de vuelta a España? ¿No tenemos derecho los que nos dejamos el pellejo allí a, por lo menos, volver a casa a morir si algo así nos sucede? Y mas aún personas que lo han dado todo durante tantos años en aquel país. Personas a las que yo he conocido y que causan verdadera admiración".
Muy doloroso
Para esta misionera es muy doloros lo que se escucha sobre la repatriación de los misioneros y recuerda cómo otras evacuaciones se han llevado a cabo en países como Noruega, Reino Unido, Francia o Estados Unidos, donde no ha pasado nada.
Conforme a datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el pasado sábado Sierra Leona registró, en un solo día, 121 muertes por el virus. Con ello, establecía un nuevo récord de decesos en apenas 24 horas. A su vez, se produjeron 81 nuevos contagios en el mismo periodo de tiempo. Mientras, la sangría mortal no cesa tampoco en el resto de países. Las últimas cifras oficiales muestran muestran ya más de 4.000 muertes al oeste de África , así como 8.400 infecciones.
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