Primera manifestación provida tras la retirada de la reforma del aborto
Será el 22 de noviembre en Madrid y exigirá al Gobierno que «rectifique» y «siga adelante con su promesa electoral»
Las asociaciones provida van a echar un pulso al Gobierno con una manifestación que tendrá lugar el próximo 22 de noviembre. Se trata de la primera movilización después de que el propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, confirmara el pasado 23 de septiembre la retirada del anteproyecto de ley de protección del concebido y los derechos de la mujer embarazada.
La protesta, que arrancará al mediodía de la glorieta de Ruiz Giménez de Madrid y culminará en la plaza de Colón, exigirá al Ejecutivo que «rectifique su errónea decisión e impulse con carácter inmediato el cumplimiento del programa electoral del PP en las últimas generales en materia de maternidad y derecho a la vida». Así consta en el manifiesto de esta convocatoria en el que también se advierte de que, en caso contrario, serán «muchos» los ciudadanos los que le retirarán su voto.
Durante la presentación de la movilización, el presidente del Foro Español de la Familia (FEF), Benigno Blanco — una de las 40 organizaciones convocantes— reconoció tener «curiosidad intelectual» por las razones que han llevado al Ejecutivo a paralizar la reforma de la actual normativa y afirmó que los argumentos manifestados hasta la fecha «no son creíbles», por lo que pidió «coherencia».
Todas las asociaciones que participarán en esta iniciativa, entre ellas Derecho a Vivir, Red Madre o Concapa, consideran que la renuncia del Gobierno a modificar la «ley Aído» provoca no solo «la desprotección total del niño no nacido, que carecerá de toda protección jurídica» sino también de la mujer, a quien «se aboca al aborto sin alternativas posibles».
Una realidad que no sufrirá ningún cambio pese a la promesa de Rajoy de modificar en la actual norma el punto relativo a las menores con el fin de asegurar de que necesiten del consentimiento paterno para interrumpir el embarazo. En este punto, Benigno Blanco consideró ayer que «que este hecho no quita el resto».
La manifestación, que se celebrará bajo el lema «Cada vida importa, por la vida, la mujer y la maternidad», es aconfesional y apolítica. «Nadie está excluido de la marcha. Esta acción no busca insultar, sino que se hace desde el respeto a todo el mundo», comentó el presidente de FEF, a la par que precisó que la iniciativa busca ser «un hito en la expresión popular de la democracia actual».
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