Las polémicas novatadas, a examen

En España, la cuestión de las novatadas ha estado siempre muy presente y salen a debate coincidiendo con el comienzo de cada nuevo año universitario. Lo que para unos es sinónimo de tortura y vejación, para otros significa tradición y diversión. Los Colegios Mayores se convierten en estas fechas en el principal foco de concentración de estos comportamientos y, por ello, son las residencias las primeras interasadas en poner coto a esta cruel tradición .

Esta martes se ha debatido en el Senado una moción del Grupo Popular para luchar contra las novatadas y atender a las víctimas . La iniciativa insta al Gobierno a colaborar con las instituciones y agentes públicos o privados, especialmente las universidades, colegios mayores, alumnos y padres para prevenir este tipo de comportamientos.

Por otra parte, también se ha reunido el director general de la Policía, Ignacio Cosidó con una treintena de responsables de colegios mayores universitarios de Madrid , en un encuentro en el que intercambiaron acciones para prevenir este tipo de conductas. En opinión de Cosidó, estas «novatadas» superan a veces las «líneas rojas» de lo que debe ser permisible e, incluso, pueden suponer una falta o un delito de vejaciones o agresiones.La policía ya ha anunciado que lanzará una campaña en Twitter para prevenir este tipo de comportamientos.

La Asociación contra las novatadas y el maltrato entre universitarios « No Más Novatadas », a petición de afectados, ha editado un folleto dirigido a universitarios con sugerencias de actuación ante novatadas que se producen en esta época, al inicio del curso universitario. En los folletos, animan a los nuevos estudiantes universitarios a decir no a las novatadas, que no den por supuesto que hay que pasarlas para «romper el círculo de sumisión». Así, recomiendan que formen grupo con otros estudiantes de reciente ingreso, realicen otras actividades y se plante en grupo «como la mejor manera de soportar la presión de quienes quieren someternos a novatadas y mitigar el efecto de las represalias».

En más de una ocasión, los Colegios Mayores han expulsado a sus residentes que se han propasado en el trato que han dado a sus «novatos», pero la realidad es que, con la vuelta de septiembre, las calles han vuelto a llenarse de jóvenes en pijama o cubiertos de huevos crudos. Con la regulación legislativa y el diálogo entre las partes implicadas, se espera poner fin a una de las tradiciones más vejatorias del país.