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Vivienda donde se atrincheraron los Cachimbas
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Responsables de la agresión en Puerto Serrano: «Vamos a morir matando»

La autoridad judicial ha ordenado hoy el ingreso en prisión de tres de los cuatro detenidos

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Los Cachimbas han consumido la paciencia del pueblo de Puerto Serrano. Su Ayuntamiento ha convocado para mañana una concentración de repulsa por la grave agresión sufrida por un policía local, que ha perdido un ojo. Los autores son integrantes de este peligroso clan. Cuatro de sus miembros, que acumulan más antecedentes que años de vida, fueron detenidos tras una noche dramática. Hoy, la autoridad judicial ha ordenado el ingreso en prisión de tres de los cuatro detenidos -todos ellos miembros de un clan familiar con numerosos antecedentes delictivos-- por los incidentes ocurridos este fin de semana.

El último grito de guerra de Los Cachimbas antes de ser apresados por enésima vez fue toda una declaración de intenciones: «Vamos a morir matando». Esa frase la gritaron cuando estaban atrincherados la madrugada del domingo en la vivienda familiar de la calle Tajo tras una alocada huida sin sentido por las calles del pequeño municipio serrano.

Pedro V.M., uno de los hermanos

Los hermanos Pedro (36) y José V. M. (39 años), en compañía del hijo del segundo, de sólo 14 años, habían asaltado esa noche la jefatura de la Policía Local para sacar a su hermano Jorge (27 años) de los calabozos.

El pequeño de los Cachimbas había sido apresado por conducción temeraria. Pero el clan no estaba dispuesto a que la ley se cumpliera. Le han perdido el respeto hasta el límite de infrinjarla en numerosas ocasiones.

Por eso, no dudaron en abalanzarse sobre uno de los agentes municipales que esperaba la llegada de la Guardia Civil dentro de la jefatura y apuñalarle con un cristal roto. Resultado: el policía perdía un ojo como consecuencia del brutal ataque.

Los tres hermanos y el menor huyeron a pie hasta refugiarse en la vivienda familiar. La Guardia Civil desplegó los medios existentes para evitar la fuga de los agresores, que desde la casa «no paraban de arrojar adoquines, piedras y otros objetos contundentes».

La calle, como muestra la imagen difundida por la Benemérita, parecía un campo de batalla.

Desde Cádiz, el Instituto Armado solicitó refuerzos porque los Cachimbas no atendían a razones pese a que estaban rodeados y no había posibilidad de escapatoria. Durante casi una hora, la espera y la negociación para que salieran de la casa fue tensa. Tan sólo lo hizo el menor, que ya está a disposición de la Fiscalía.

Pasada las seis de la mañana, el jefe del operativo daba la orden de internarse en el domicilio. En una última amenaza hacia los agentes, uno de los hermanos azuzó un perro raza pit bull a los guardias para impedir una detención ya inevitable.

Jorge, de 27 años, se encontraba en los calabozos cuando sus familiares fueron a liberarlo

Los Cachimbas, al margen de la ley

Este episodio viene a sumar una muesca más en los historiales de estos delincuentes. Los tres hermanos ya tienen antecedentes por agresiones a funcionarios policiales, riñas tumultuarias, desórdenes públicos, malos tratos y hasta salud pública.

Los tres fueron detenidos el pasado mes de agosto por participar en una pelea multitudinaria en la Feria de Puerto Serrano que dejó a cinco policías locales heridos.

El más pequeño del clan ha cumplido este lunes dos meses de su anterior arresto. En noviembre fue apresado por entrar en la casa de un vecino de Puerto Serrano e intentar robarle esgrimiendo un hacha.

Esta previsto que este martes pasen a disposición judicial.

Jose V. M., padre del menor detenido