ENTREVISTA
«¿Woody Allen? Estoy en contra de los estigmas sociales y de castigos por impulsos»
Borja Mapelli defiende la aplicación de una Justicia reglada y la persecución de las denuncias falsas: «Sin Derecho, estaríamos en el salvajismo»
Borja Mapelli es catedrático de Derecho Penal de la Universidad de Sevilla y director del Instituto Andaluz Interuniversitario de Criminología . Este reconocido jurista formó parte de la comisión nacional de expertos a las que el Ministerio de Justicia del último Gobierno Rajoy encargó la reforma de los delitos sexuales.
¿De donde surgió su amor por el Derecho?
Mi padre y mi abuelo eran juristas.
Dicen que el genuino Derecho es el Civil y no el Penal. ¿Usted qué opina?
El Derecho Civil lo es todo, como la Constitución, y permite entender mucho mejor la sociedad. Es apasionante todo el derecho de familia y me parece más bonito que el Derecho Penal , que es mi especialidad.
Dicen sus alumnos que es un profesor que sabe mucho de Derecho Penal, que sus clases son muy amenas, pero que es duro en las calificaciones.
Eso lo dirán quienes hayan suspendido. Habrá que preguntarles a los demás, a los que han aprobado. Sí es cierto que soy exigente porque el Derecho Penal es importantísimo y los estudiantes deben salir de la carrera sabiéndolo.
¿Ha evolucionado mucho el alumnado de Derecho desde que usted da clases?
La Universidad española no está pasando por su mejor momento. Creo que parte de sus males arrancan de una política universitaria equivocada, de los años 80, en los que se decidió que cada capital de provincia debía tener una universidad . Creo que la universidad debe centralizarse en grandes laboratorios y bibliotecas, lo cual ayudaría a economizar, en vez de montar facultades por todos sitios, muchas de ellas sin calidad.
Supongo que las reformas educativas tampoco han ayudado mucho.
Se han creado unas falsas expectativas sobre lo que significan los estudios universitarios. Si tú vives en una ciudad donde nunca ha habido una Facultad de D erecho y te ponen una, te sientes animado a estudiar en vez de dedicarte al negocio de tu padre. Muchas personas llegan a las aulas universitarias sin tenerlo claro ni sin tener muchas posibilidades profesionales de salir a flote, para colgar el título en tu dormitorio.
¿Le gusta Woody Allen?
Mucho.
Como sabe, no ha podido estrenar su última película en Estados Unidos ni en otros muchos países por el boicot de la industria cinematográfica tras ser denunciado por el movimiento «Me too», a pesar de haber resultado absuelto y no pesar ninguna denuncia contra él. Como jurista, ¿qué le parece?
Esta pregunta deberían contestarla los medios de comunicación que se han hecho eco de estas denuncias . Sobre Plácido Domingo tampoco pesa ninguna denuncia judicial y le ha ocurrido algo parecido. Son temas difíciles porque no se conocen los hechos. No sé si hay responsabilidad penal o sólo personas desaprensivas que quieren destruir una carrera artística. Se dice a veces que la humanidad sería más feliz si no hubiera Derecho Pena l, pero si no lo hubiera, habría reacciones punitivas arbitrarias y desproporcionadas de la sociedad. Sin Derecho Penal , estaríamos en el salvajismo. Estoy en contra de esos estigmas sociales. Es muy peligroso cuando dejamos que sea la sociedad la que aplique los castigos por sus propios impulsos.
¿Qué opina sobre la legislación española sobre violencia de género? Decía antes que la prisión permanente no reduciría los crímenes sanguinarios y parece que tampoco se reducen las muertes de mujeres a manos de sus parejas o exparejas.
Hay un problema terrible y es que siempre mueren las mujeres. La violencia de género es una realidad y el legislador trata de manera desigual al hombre y a la mujer porque da protección a quien más lo necesita. Hasta ahí todo normal; ahora bien, cuando el legislador intensifica la protección de la mujer , existe el riesgo de que ella abuse de esos instrumentos jurídicos. Y esto también es una realidad. Y hay otra: que es que los recursos económicos que el Estado pone para ayudar a la mujer víctima de malos tratos se los llevan de forma fraudulenta personas que no los sufren. Pero eso no desvirtúa la certeza de la realidad de violencia de género y de la necesidad de proteger a las mujeres. Otra cosa es corregir los abusos: las denuncias falsas o montar una ONG para acopiar recursos públicos.
¿No habría que perseguir más esos abusos?
Es verdad que existen pero no creo que sean tantos. Los medios de comunicación se han hecho eco de ellos.
La ex mujer de Juan Carlos Quer lo ha denunciado por un intento de atropello y una agresión que han sido desmentidos por su propia hija. ¿No deberían penarse las denuncia falsa?
Sí, porque hacen dos daños muy grandes: a las personas a las que imputan falsamente de agresiones, y a las mujeres que sí los sufren y que pierden credibilidad delante de la sociedad y generan desconfianza en toda la política que se sigue con acierto para combatir la violencia de género.
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