SALUD
El Virgen Macarena de Sevilla moderniza su unidad del dolor, por la que pasan 4.000 pacientes al año
Una sala reformada, ubicada en el hospital San Lázaro, permitirá realizar procedimientos de analgesia que no precisan de un quirófano
La modernización en las instalaciones de la Unidad del Dolor en el Hospital San Lázaro, dependiente del Virgen Macarena, permitirá mejorar la asistencia a los cuatro mil pacientes al que año que pasan por ella. En concreto, se ha remodelado la Sala Blanca , que es como se denomina a un gabinete donde se realizan procedimientos intervencionistas de analgesia que no precisan ser realizadas en un quirófano convencional, y que permite realizar procedimientos con técnica estéril que puede tener repercusiones para el paciente (monitorización, observación de pacientes...), en régimen ambulatorio con características a mitad de camino entre un quirófano y una sala de curas.
Según explica el doctor López Millán, «este área permite incrementar el número de procedimientos que se realizan fuera del quirófano convencional, mejorando la calidad del abordaje frente al realizado en consultas, ya que algunos procedimientos por su complejidad, necesitan las características de seguridad especiales que reúne nuestra Sala Blanca».
En un futuro próximo, las instalaciones se dotarán con un ecógrafo a pie de consulta que permitirá realizar el diagnóstico de la patología del paciente y realizar un tratamiento intervencionista en acto único.
Dolor crónico
Los expertos estiman que en Andalucía padece dolor crónico alrededor del 17% de la población, y los motivos de consulta más frecuentes son el dolor de espalda, la lumbalgia, seguido de dolor osteoarticular de grandes articulaciones , hombros, caderas, y rodillas. A lo que se suma el crecimiento en los últimos años del dolor crónico postquirúrgico.
La Unidad del Dolor del Virgen Macarena atiende al año a más de 4.000 pacientes, realizando cerca de 1.000 procedimientos de analgesia de forma ambulatoria, todos ellos con patologías de dolor crónico, resistente al tratamiento farmacológico convencional.
Frente al dolor crónico no oncológico, la prevalencia del dolor en pacientes oncológicos se sitúa entre el 24 y el 60% mientras están en tratamiento activo contra el cáncer, pero alcanza un 62-80% en estadios avanzados de la enfermedad. Hasta un 33% de aquellos pacientes que superan la enfermedad, padecerán dolor crónico residual como secuela.
La Unidad del Dolor lleva dos años tratando de mejorar la accesibilidad del paciente con dolor crónico oncológico y no oncológico a las consultas, respondiendo en tres semanas a la derivación ordinaria del paciente y 72 horas para el caso de una derivación preferente, según fuentes del centro hospitalario.
Este año la Unidad de Dolor se ha incorporado al proyecto de teleconsulta eHermes para ofrecer al especialista de Atención Primaria la posibilidad de consultar directamente con los profesionales de la Unidad. De este modo se pretende mejorar la derivación del paciente con dolor crónico y reducir el tiempo de espera c uando este necesita ser atendido en la Unidad de Dolor sin necesidad de ser derivado a través de otro facultativo especialista, como sucede actualmente en Andalucía.
Noticias relacionadas