TRIBUNALES
El violador del parque de María Luisa seguirá en prisión al menos hasta el año 2031
La Audiencia desestima su petición de puesta en libertad provisional mientras no haya sentencia firme
Francisco Morillo Suárez , condenado por una violación en el parque de María Luisa de Sevilla, que fue calificada por el tribunal que lo juzgó de «horrendo ataque a la libertad sexual», no saldrá de prisión al menos hasta 2031. La Audiencia Provincial ha desestimado su recurso en el que solicitaba la puesta en libertad hasta que no hubiera una sentencia firme. Y además de rechazar su petición ha acordado una prórroga de la prisión provisional hasta el 4 de marzo de 2031 .
En un auto notificado este miércoles a las partes, la Sección Primera justifica esta decisión en la «extrema gravedad de los hechos ejecutados» , que evidenciarían una mayor peligrosidad del condenado. El tribunal también se apoya en otra circunstancia para acordar mantenerlo en prisión: el riesgo de reiteración delictiva «dada la pluralidad de denuncias formuladas contra él por su compañera sentimental desde 2006».
El violador del parque de María Luisa fue condenado a 39 años de cárcel por un delito de asesinato y otro de agresión sexual. El cumplimiento efectivo en prisión sería de 30 años . Sin embargo, tanto la Fiscalía de Sevilla como la acusación particular han recurrido ante el TSJA para que le impongan la pena de prisión permanente revisable.
Ante la petición del reo de salir en libertad, ambas acusaciones solicitaron la prórroga de su reclusión provisional hasta la mitad de la pena impuesta a día de hoy. Ante la decisión acordada por la Audiencia, que les da la razón, el abogado de la familia de la víctima, Alberto Lag, afirmaba sentirse muy satisfecho con el contenido del auto .
La prisión permanente, en el aire
Francisco Morillo es el primer reo para quien el Ministerio Público en Sevilla solicitaba una pena incluida en el Código Penal en 2015. La defensa también recurrió la condena , en demanda de una pena inferior.
El crimen se produjo la madrugada del 24 de febrero de 2016 en el parque de María Luisa donde el condenado acudía regularmente en busca de encuentros sexuales con desconocidos. Aquella noche se topó con la víctima, de 32 años y de nombre Sara . Una joven vecina de Tomares «abrumada por la inestabilidad emocional que venía sufriendo desde hacía varios años», describe la sentencia.
La víctima había ingerido fármacos, aunque la dosis no era letal y sólo le provocó una somnolencia de la que se aprovechó el condenado para violarla de manera salvaje, causándole unas lesiones internas que provocaron una hemorragia fatal . Según los forenses, la joven murió después de estar tres horas desangrándose. El tribunal califica la violación de un «horrendo ataque a la libertad sexual».
La muerte pudo haberla evitado Morillo Suárez, que vio cómo sangraba la joven antes de marcharse y dejarla en un banco del parque, algo que destaca la sentencia para censurar aún más su conducta.
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