Venezolanos y nicaragüenses, los nuevos inmigrantes de Sevilla
Cada vez llegan más huyendo de la situación política en sus países. Muchos, sin papeles, lo tienen más difícil para trabajar
![Un grupo de venezolanos en la estatua de Simón de Bolívar en Sevilla](https://s2.abcstatics.com/media/sevilla/2020/01/20/s/grupo-venezolanos-sevilla.jpg-kZ5B--1248x698@abc.jpg)
El mapa de la inmigración ha cambiado en Sevilla. Si hace unos años eran muchos los extranjeros procedentes de Rumanía o China, dos países cobran fuerza en los últimos tiempos, según el INE. Se trata de Venezuela y Nicaragua con más de 2.300 y 3.500 inmigrantes respectivamente procedentes de esos países. Es algo que confirma el Observatorio Permanente Andaluz de Migración: Sevilla es de las provincias con más población procedente de países que no pertenecen a la UE, el 71,49 por ciento de los que llegan.
Pero, además de los datos oficiales, representantes de estas nacionalidades confirman el auge de llegadas de sus compatriotas. Aunque ni Nicaragua ni Venezuela tienen consulado en Sevilla, el cónsul honorario de El Salvador en Sevilla , Ignacio Cossío Pérez de Mendoza, confirma esa tendencia de población procedente de esos lugares. En Andalucía hay 3.000 salvadoreños y se calcula que la mitad de ellos reside en Sevilla, a donde llegan también muchos de Guatemala y otras zonas de Centroamérica.
Pero, sobre todo, son los venezolanos y los nicaragüenses los que más llegan. En casi todos los casos por motivos políticos, la tensión y conflictos en sus países . Eso ha hecho incrementar las peticiones de asilo de estas nacionalidades. La Audiencia Nacional tramita desde 2017 miles de solicitudes.
De Venezuela hay muchos más que los contabilizados, según Auxiliadora Piñero , de la Asociación Leal Ayuda Humanitaria y que fue en las listas del PP a las pasadas municipales. Piñero, que lleva 16 años en España y tiene doble nacionalidad ya que estuvo casada con un español, asegura que la falta de documentación es el principal problema. La mayoría lo primero que hace es solicitar protección internacional.
«Llegan huyendo de la delicada situación de su país», dice esta venezolana recordando que allí no tienen comida ni medicamentos. Y que desembarcan en Sevilla en busca de libertad, algo impensable en su país. Sin embargo, su llegada tampoco está exenta de dificultades ya que, como la mayoría no tiene la documentación necesaria, les resulta más complicado encontrar trabajo. Es una situación «un poco dura» porque muchos llegan sin familia y, por tanto, sin apoyo ni trabajo.
De ahí que casi todos trabajen en el servicio doméstico. Las chicas, limpiando casas o cuidando a mayores. Y ellos, de teleoperadores, en la construcción o en servicio de envíos de paquetes o VTC. Algunos se reúnen en el parque de los Príncipes y tienen una página de Facebook, donde comparten experiencias y explican la situación que sufren cuando llegan o intercambian ropas. Recientemente se reunieron también en l a estatua de Simón Bolívar y celebraron una misa en la iglesia de los capuchinos.
No es muy distinta la situación de lo nicaragüenses . Illiana del Carmen Alemán , abogada especialista en extranjería e inmigración, asegura que no hay datos exactos porque muchos no pueden empadronarse. Ella, que lleva 19 años en Sevilla y que homologó su título en la Universidad Pablo de Olavide, se encuentra a diario a compatriotas que acuden en su ayuda para solicitar la residencia. La mayoría se encuentra con problemas laborales . Trabajan como empleadas del hogar con un problema añadido: las familias que requieren sus servicios no pueden asumir el coste de la Seguridad Social y son ellas las que tienen que pagársela. Además son más mujeres (de 20 a 30 años)las que llegan, muchas dejando a sus hijos en su patria. Los hombres trabajan en el campo.
En Sevilla suelen residir en la zona de la Macarena y tienen su propia página de Facebook. A veces se reúnen para celebrar fiestas patrias o recientemente el día de la Purísima. Son los nuevos inmigrantes.
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