Venezolanos en Sevilla comen de la Santa Caridad

El arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo, bendijo este viernes las nuevas instalaciones del economato Miguel Mañara que gestiona la hermandad de la Santa Caridad . Se trata de un local situado en el número 6 de la calle Chaves Nogales , en la Buhaira, que lleva abierto dos meses desde que se trasladó desde un anterior inmueble ubicado en la calle Padre Marchena y que no reunía las condiciones necesarias.

Desde que en 2007 se inaugurara el economato en el Centro, las familias a las que ayuda la Santa Caridad se han multiplicado. Sólo en 2019, se entregaron alimentos a un total de 1.959 familias y 6.426 personas , de los que 328 eran menores de tres años. Esto es un fiel reflejo de las penurias por las que pasan numerosos residentes en la capital, de los que buena parte son venezolanos y nicaragüenses. Así lo afirmó ayer el hermano mayor de la Santa Caridad, Eduardo Ybarra, que aseguró que estos inmigrantes «vienen con muchísimas necesidades».

Por otro lado, explicó que la hermandad heredó este local de una señora que había fallecido y que previamente lo tenía alquilado a Konecta. Las nuevas instalaciones son más modernas y espaciosas y tendrán una cámara frigorífica para repartir alimentos perecederos.

Asimismo, ofreció más datos de la actividad del economato en 2019. Se repartieron un total de 117.500 unidades con un total de 82.100 kilos. La media fue de 153 kilos al año por persona y 502 por familia de tres miembros. Los alimentos fueron donados en un 61,3% por la Cruz Roja, el 27,5% por el Banco de Alimentos, el 4,3% por la Santa Caridad, el 3% por hermanos y el 3,8% en campañas de Navidad. También recibió donaciones de la Soledad de San Buenaventura y del Grupo Cuatrogasa.

Por su parte, el arzobispo indicó que la palabra «bendecir» quiere decir «decir bien», «bien de Dios nuestro Señor, que es al que debemos estas instalaciones que tanto bien van a hacer a muchas personas». En este sentido, afirmó que «Dios es el que inspiró a esa señora para la donación del local, es el que mantuvo en el esfuerzo a José María Gamero -que lo impulsó- y el que ha inspirado a todos en el servicio a los más pobres». Así, recordó que «en Sevilla los pobres son legión», ya que «tres de los cinco barrios más pobres de España están aquí». Por último, dio la enhorabuena a la hermandad «por este logro» y deseó «una larga vida». «Si se cierra, que sea porque ya no hay pobres» , concluyó.