Sevilla

Se venden tarjetas de aparcamiento para minusválidos en el Charco de la Pava de Sevilla

Una campaña de la Policía Local de Castilleja de la Cuesta vuelve a poner en evidencia la proliferación de este fraude

Plazas de aparcamientos para minusválidos J. Flores

Silvia Tubio

El fraude con las tarjetas de aparcamiento para personas con movilidad reducida es una ilegalidad a la que ninguna administración ha conseguido ponerle freno. Ni la Junta, que es la que concede estas licencias; ni los ayuntamientos, que a través de sus policías locales controlan el buen uso de estos permisos que facilitan el estacionamiento en plazas reservadas. Un nuevo operativo especial de la Policía, en este caso de Castilleja de la Cuesta , ha vuelto a poner en evidencia la proliferación de tarjetas falsificadas, manipuladas e incluso un mercado ilegal de licencias en el Charco de la Pava. La picaresca en forma de tarjeta azul y que luce el símbolo de una persona en silla de ruedas.

La Policía Local de Castilleja de la Cuesta ha denunciado a más de una veintena de conductores por el uso ilícito de estas licencias. Todos ellos deberán responder en el juzgado por la presunta autoría de un delito de falsedad en documento oficial . Esta conducta conlleva una pena que va de seis meses a tres años y multa de seis a doce meses. Ya hay precedentes de conductores condenados por estas prácticas.

La Policía de Castilleja inició una campaña específica para combatir este fraude a raíz de que los agentes empezaran a detectar antes del verano tarjetas manipuladas en vehículos que estacionaban en zonas donde aparcar no es tarea fácil. «En las inmediaciones del centro de salud o en la piscina municipal. Allí fue donde empezamos a interceptar tarjetas falsificadas y en un número que nos llamó mucho la atención porque no era algo anecdótico», señalan fuentes policiales a ABC.

Detrás de estas ventas están titulares o familiares que sacan un rédito a una licencia que ya no se usa 

A partir de esos primeros indicios, se decidió montar un operativo específico para aumentar el control sobre esos permisos. En concreto, cuando los policías observan que hay vehículos estacionados en esas plazas reservadas se verifica que la licencia esté en vigor y que la está utilizando el titular, ya que se trata de un permiso personal e intransferible . La normativa sólo reconoce una excepción y es que el vehículo autorizado sea ocupado y no conducido por la persona con discapacidad. Si bien, en ese caso, el titular de la tarjeta siempre debe ir en el coche.

Las tarjetas retiradas por la Policía Local de Castilleja de la Cuesta ABC

Durante ese trabajo de inspección , hace unas semanas los agentes comprobaron que el titular de una de las tarjetas no correspondía con el conductor que la exhibía en su vehículo. Cuando fue interrogado para saber cómo había llegado a sus manos esa licencia, el denunciado admitió que la había comprado en el Charco de la Pava . Se trataba de un permiso legalmente tramitado pero que había sido vendido aprovechando que el estacionamiento en determinadas zonas de Sevilla se cotiza alto. A través de esos testimonios, los agentes han constatado que existe un mercadeo ilegal de estas tarjetas. Personas que ya no las necesitan y que deciden sacarle un dinero. También hay quien aprovecha que el titular ha fallecido y en lugar de comunicar la defunción a la Junta, continúa haciendo uso de ella o la vende a un tercero.

«No tengo donde aparcar»

La mayoría de los denunciados por la Policía Local de Castilleja no son vecinos de ese municipio. De ahí que los funcionarios hayan llegado a la conclusión de que el fraude está muy extendido por la capital y su área metropolitana. Las mismas fuentes consultadas subrayan la naturalidad con la que admiten el fraude los conductores que son sorprendidos. No hay intento de escurrir el bulto sino de justificar el porqué del uso indebido. Una de las personas que deberán comparecer en el juzgado en las próximas semanas le explicó a la Policía que trabaja en Viapol y se dejaba bastante dinero en aparcamientos regulados hasta que decidió hacer uso de una tarjeta falsificada.

La tarjeta siempre tiene que estar visible ABC

Además del mercadeo ilícito, los agentes han retirado la licencia de una persona que llevaba dos años fallecida y que estaban usando sus familiares; o permisos a los que han alterado la fecha de caducidad. También es una práctica habitual el uso de fotocopias de licencias originales; si bien este año la Audiencia Provincial de Navarra exculpaba a un acusado del citado delito porque el tribunal entiende que la mera fotocopia de una tarjeta sin alteración alguna, no puede considerarse falsificación sino una posible infracción administrativa . El debate jurídico esta servido en ese aspecto.

Desde la Policía advierten que el uso indebido de una tarjeta vigente afecta directamente al titular ya que se enfrenta a la retirada de la autorización durante un plazo que puede llegar a los 24 meses.

La operación sigue abierta y se ha focalizado en las últimas semanas en los aparcamientos del centro comercial Aire Sur , donde la Policía también ha detectado tarjetas falsificadas en vehículos que ocupaban plazas reservadas para personas con movilidad reducida.

En 2010, la Junta de Andalucía endureció los requisitos para la renovación de estas licencias con el objetivo de poner coto a estas prácticas. Así, se acortó el periodo de renovación y se pasó de los diez a los cinco años para los titulares de más de 70 años y cada dos años para los que superan los 80 años. Una década después, los chanchullos continúan.

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