BARRIOS
Vecinos de La Barzola pagan desde hace 50 años viviendas de acceso diferido: «Ya tendrían que ser nuestras»
Consideran que ya han desembolsado el suficiente dinero, «incluso más», por lo que exigen las escrituras de sus casas. Algo que consta en los contratos de las viviendas
Los vecinos de La Barzola y Nueva Barzola continúan viviendo una particular batalla contra el Ayuntamiento de Sevilla por la regularización de sus casas. La titularidad de éstas ha quitado el sueño a sus moradores en demasía y apuntan a una falta de compromiso por parte de los distintos gobiernos municipales para resolver la propiedad de los pisos de La Barzola. Un problema cuyo origen se encuentra en el tipo de contrato con el que los vecinos accedieron a estas viviendas, levantadas a partir de los años 40 sobre las antiguas huertas de La Romera.
Concretamente, fue en 1945 cuando se construyeron los primeros pisos de La Barzola. Se trató de 384 viviendas en régimen de inquilinato. Pero hubo una segunda promoción en 1962, a la que se llamó Nueva Barzola, que comprendió 270 viviendas en acceso diferido a la propiedad. Esto es, los vecinos pagarían cuotas mensuales hasta verse amortizado el precio final del piso. Pasados 55 años de aquello, éstos creen que han desembolsado lo que debían , e incluso más, por sus casas.
«En el 62 pagábamos 220 pesetas mensualmente, que entonces era la mitad del sueldo medio en España. Pasamos mucho para poder abonar esa cantidad, comer y vestirnos. Después de tanto tiempo, hemos pagado de sobra estas viviendas y ya tendrían que ser nuestras. Que es, ni más ni menos, que lo que dice nuestro contrato», dice José Medina, vicepresidente de la asociación de vecinos de La Barzola .
«En 2002 ya había muchas personas mayores con una pensión mínima que no pudieron comprar los pisos»
Por parte del Consistorio han sido contadas las ocasiones en las que un alcalde se ha mostrado voluntarioso para aclarar esta situación. Fue Alberto Jiménez-Becerril , siendo delegado de Hacienda en época de Soledad Becerril (PP), quien dio un paso al frente en el proceso de regularización, llevando a un acuerdo plenario el 30 de junio de 1996 por el que se resolvería la titularidad tanto de las viviendas de La Barzola, entregadas en alquiler, como las de Nueva Barzola. En este último caso, recoge un acta que «dichas viviendas -las de Nueva Barzola- serán escrituradas a favor de los vecinos titulares sin pago previo de precio alguno ».
Sin embargo, el Consistorio rectificó su postura el pasado año tras una pregunta del portavoz de IU en el Ayuntamiento de Sevilla, Daniel González Rojas , quien alentaba a la Delegación de Hacienda a mover sus cartas para solucionar la situación de estos vecinos, recordándole el acuerdo plenario alcanzado por Jiménez-Becerril. Fue el 11 de marzo, y así le respondía el Área de Joaquín Castillo , delegado de Hacienda: «Para proceder a escriturar las viviendas a favor de los inquilinos, sería necesaria la previa venta de las mismas, por lo que ha de mediar precio ». Una contestación que sorprendió a los vecinos, quienes insisten en que las viviendas están más que pagadas y, además, recuerdan al delegado de Hacienda que el contrato era de acceso diferido a la propiedad, no de alquiler con opción a compra.
No obstante, en esta pugna entre vecinos y Ayuntamiento sí se produjo un pequeño avance en 2002, que, aunque no contó con el respaldo de todos los vecinos, sí venía a resolver la situación de algunos. Así, hubo quien pagó los casi 15.000 euros que pedía el Consistorio por estos pisos de más de 60 años (la mayoría de dos dormitorios) y, al que no pudo abonar esta cantidad, se le hizo un contrato de inquilinado renovable cada quince años.
«En 2002 ya había muchas personas mayores con una pensión mínima que no pudieron comprar los pisos. 15.000 euros para un pensionista es como pedir peras al olmo. Lo único que quieren estas personas es dormir tranquilas, sin la incertidumbre de que un día puedan echarlas de sus casas. Sólo pedimos lo que se nos prometió cuando accedimos a estas viviendas . Y lo que hace falta es voluntad política para que se lleve a buen puerto», manifiesta Francisca Ramírez, vocal de la entidad vecinal.
Por otro lado, el hecho de que en un mismo bloque haya viviendas de titularidad privada y otras de carácter municipal está suponiendo una traba burocrática importante para otros asuntos, también de gran trascendencia, como es la rehabilitación de los bloques de pisos.
El propio Ayuntamiento, en este sentido, reconocía a ABC que en La Barzola, «al no poseer la propiedad de ningún bloque entero, tan sólo de viviendas y locales aislados, hay una cierta complejidad en el proceso para las obras de zonas comunes dada la existencia de distintos propietarios».
Rehabilitaciones
Antes de esto, cuando aún el Consistorio tenía en propiedad todas las viviendas, entre 2001 y 2003, se puso en marcha una rehabilitación de los edificios en la que se arreglaron las fachadas, se repararon los bajos eliminando la humedad que les afectaba seriamente y se repararon dos castilletes . Y, a partir de 2007, se restauraron y reforzaron otros diez castilletes, concretamente, aquellos que estaban apuntalados y que necesitaban de una intervención urgente.
«Por el estado en el que se encuentran los castilletes, los bloques no pasan la ITE. Y el Ayuntamiento no repara los pisos y los castilletes si no pasan la inspección. ¡Es absurdo!»
Sin embargo, a día de hoy las barriadas de La Barzola y Nueva Barzola urgen de una nueva actuación a la vista de las deficiencias que presentan sus fachadas. Las de las calles Gonzalo Núñez de Sepúlveda o Doctor Lupiáñez son un buen ejemplo. En ellas, la pintura ha desaparecido a causa de la humedad que afecta a la planta baja o ha sido repintada con otro color, «porque ni siquiera han tenido la delicadeza de ponerle el mismo color ocre que tenía», puntualizan.
En cuando a los lavaderos y castilletes que coronan algunos pisos de La Barzola, el Ayuntamiento asegura que se están analizando, en coordinación con el distrito Macarena , para determinar en qué bloques existen daños, para proceder seguidamente a acometer obras, «teniéndose en cuenta el informe de la Inspección Técnica de Edificios (ITE)». En cuanto a esto, los vecinos aseveran que desde el Consistorio se les ha comunicado que, hasta que estos pisos no pasen la ITE, no podrán comenzar las posibles obras de rehabilitación. «Por el estado en el que se encuentran los castilletes, los bloques no pasan la ITE. Y el Ayuntamiento no repara los pisos y los castilletes si no pasan la inspección. ¡Es absurdo!», exclaman. Y continúan: «La delegada del distrito, Clara Isabel Macías Morilla, ha declarado sentirse sensible con los problemas del barrio, pero en año y medio que lleva el PSOE, todo está más abandonado que nunca».