Los vecinos alertan del mal estado de la calle Murillo

La Asociación de Vecinos Plaza del Museo Entorno denuncia el estado en el que se encuentra la céntrica calle Murillo , que comienza en la plaza de la Magdalena y desemboca en San Pablo.

Para el presidente de los vecinos de Museo Entorno, Manuel Antonio Ruiz-Berdejo , la mencionada calle «no solamente tiene mal acerado, peligrosísimo, dando muchas posibilidades a caídas de peatones, sino que además dicha vía, a pesar de los baches reparados recientemente, con el tráfico que soporta propicia a que en muchas ocasiones sea algo peligroso pasar por la misma».

Según Ruiz-Berdejo, «ahora que han adecentado casi todas las calles del entorno, que detalle sería por parte de los responsables del Ayuntamiento de Sevilla, el arreglo de la misma, coincidiendo con la conmemoración del IV Centenario del nacimiento del afamado pintor sevillano», y así se lo hicieron saber al alcalde a través de una carta enviada el pasado mes de febrero y de la que los vecinos todavía no han recibido respuesta. «Al tratarse de la prolongación de la calle O’Donnell y comparar el estado que presenta actualmente dicha calle con la calle Murillo, parece que estamos hablando de la «Cenicienta», ahora que estamos celebrando a Murillo deberían acordarse también de su calle».

Como ya se indicaba en el Diccionario histórico de calles de Sevilla, editado en 1993, la primera referencia a este espacio se encuentra en un documento de 1515 en el que aparecía sin nominar como «la calle de la plaza de San Pablo». En la edición de 1993 ya se indicaba que «la calle cumple una función comercial, con los bajos de las casas ocupados por pequeñas tiendas. Soporta como en el pasado, bastante tráfico, lo que la hace incómoda por su estrechez, para los peatones», análisis que serviría también para describir la situación actual de la vía.

Los vecinos de Museo Entorno también llevan meses denunciando el estado en el que se encuentra el adoquinado de la calle Monsalves , así como la falta de protección de los peatones que circulan por el acerado de los números pares, que «al estar a ras del adoquinado y no tener bolardos ni ningún tipo de protección, los coches se acercan demasiado a las fachadas, poniendo en peligro la integridad de los peatones que pasean por la acera» y proponen la equiparación en altura del acerado de los números impares.