CRÓNICAS DE UN BARRIO
Vecinos de Aeropuerto Viejo culpan de la delincuencia a un realojo de personas procedentes del Polígono Sur
Los vecinos piden más presencia policial para combatir el aumento de la inseguridad y el creciente tráfico de drogas
![El único parque infantil es utilizado como perrera y lugar para el botellón](https://s2.abcstatics.com/media/sevilla/2015/11/23/s/aeropuerto-viejo-barrio--620x349.jpg)
Caminan resignados por una destartalada carretera que con sus manos recomponen una y otra vez ante la dejadez de las administraciones. Más allá de los campos de cultivo, de las viviendas que ellos mismos levantaron donde antaño se ubicaba el primitivo aeródromo de Sevilla, el Hernán Cebolla , al que llegaban dirigibles desde Sudamérica. Más allá de la R onda Supernorte , la frontera imaginaria que los separa del resto de la ciudad.
Lejos, desde muy lejos, observan la Torre Pelli, el símbolo de que la capital continúa transformándose, viajando hacia el futuro. Un recorrido hacia lo nuevo donde Aeropuerto Viejo permanece al margen. O así es como lo sienten. «Nos han condenado a vivir en la edad de piedra mientras Sevilla se moderniza» , apunta Bernabé, que llegó al barrio hace más de cincuenta años. Sin embargo, esa sosegada monotonía añeja se ha visto enturbiada en los últimos años.
Hasta 2006, esta barriada perteneciente al Distrito Norte presumía, pese a sus problemas de infraestructuras , de ser un lugar tranquilo . Ese año, el Ayuntamiento levantó en la calle Estancos 31 viviendas unifamiliares para realojar a vecinos de Tres Barrios y Polígono Sur. Ese fue el punto y aparte en la historia del barrio. A partir de entonces, cuentan desde la asociación de vecinos Aeropuerto Viejo, la inseguridad, la delincuencia y la compra-venta de droga pasaron a formar parte de sus vidas.
«Hay peleas muy violentas en las calles casi a diario y a plena luz; se producen ocupaciones de viviendas de las que estamos cansados de dar parte a la Policía sin que éstos hagan nada. Y por la noche es peor. Pocos se atreven a salir de casa . Continúan las peleas y un vocerío que perturba el descanso de los vecinos. Llegan al barrio coches y motos circulando a gran velocidad . A causa de esto, varios niños y personas mayores han sido atropellados. Nos tememos que algún día ocurra una desgracia» , asegura Francisco Calero, presidente de la asociación.
También atribuyen a la llegada de estos nuevos inquilinos el deterioro del poco equipamiento con el que contaban. « El único parque infantil, que no tiene más de cien metros cuadrados, lo utilizan para el botellón y como jaula para perros peligrosos. Está muy sucio, sin árboles y sin niños, porque las madres no se atreven a llevar a sus hijos.
Y por otro lado —afirma Antonio Box , tesorero de la asociación—, el campo de fútbol, la única instalación deportiva del barrio, lo usan para hacer carreras de motos, como desguace de coches y, por la noche, para hacer candelas. Al día siguiente encuentras este espacio repleto de cristales y basura». Por todo esto, exigen al Ayuntamiento más presencia policial, incluyendo cada día al barrio en el circuito de los coches patrullas «y no sólo cuando se lleva a cabo alguna redada».