El centro cívico Torre del Agua ya está rediseñando el espacio
«Usted no puede pasar porque es minusválido»
Impiden a discapacitados estar en una sala de teatro por falta de sitio adaptado
El Ayuntamiento de Sevilla ha tomado medidas para adaptar el centro cívico Torre del Agua de El Porvenir a la normativa de accesibilidad a la que estaba obligado ya en diciembre de 2017 como fecha tope, pero ha sido después de las denuncias de afectados que no pudieron disfrutar de las funciones de teatro que se celebran entre el 12 y el 26 de este mes organizadas por el Centro Unesco de Sevilla, ya que no había sitio adaptado para minusválidos.
Antonia Guerrero Quintero , una vecina del barrio de 64 años de edad, ha puesto dos reclamaciones en el distrito y pedido una entrevista con el delegado porque está operada de cadera y acudió a con una muleta a la sala para ver el teatro pero no se pudo sentar. Pidió una silla rígida, como estaba indicado para su convalecencia, para ubicarla en el pasillo pero le dijeron que estaba prohibido por razones de seguridad, «porque lo impedía la normativa».
Tuvo que apoyarse en el respaldo de una butaca, de pie , y, como no podía soportarlo, desistió. Entonces fue a quejarse a la directora del centro y ésta le dijo «que me trajera un cajón de mi casa para ponerlo encima del asiento de la butaca y que, si yo no tenía uno, lo mismo algún vecino me lo podía prestar, como si eso fuese una cosa corriente de tener en una casa».
«La directora del distrito se ha puesto varias veces en contacto conmigo —dice Guerrero Quintero— intentando solucionar el tema e, incluso, dejó una autorización para que me pusieran la silla. Pero se hizo caso omiso y no se permitió la silla de otra persona minusválida afectada y la mía en el pasillo».
Esa persona a la que alude es el hermano de Rosa Tello que va en silla de ruedas. El pasado día 20 fueron a la sala para ver la obra de este «XIII Certamen de Teatro de Aficionados Adultos de Sevilla y su provincia». «Ya habíamos ido otro día —relata— y mi hermano se situó en el pasillo central, puesto que el salón de actos no dispone de ningún sitio habilitado para minusválidos. Nadie dijo nada. Sin embargo, ese día 20 el conserje se nos acercó cuando íbamos a entrar y nos dijo que los minusválidos tenían la entrada prohibida y que desde prevención de riesgos tienen dicho que no se pueden obstaculizar los pasillos. Le pregunté por el sitio habilitado para las sillas de ruedas y me dijo que no existía, que tenía que haber una bancada eliminada pero no lo han hecho. No estábamos dispuestos a acatar la orden, por que nos pareció una discriminación, así que entramos».
Pero a renglón seguido otra trabajadora de allí, «se dirigió a mí y me dijo que por haber entrado la silla de ruedas ella podría, inmediatamente, apagar las luces del salón de actos y suspender el teatro y yo le dije que lo hiciera, pero no lo hizo».
Al salir del espectáculo, fue a registrar una queja. «Me respondieron los trabajadores —sigue— que ellos iban a comunicar la incidencia y me facilitaron el contacto de la directora del centro cívico puesto que ella, según dijeron, es quien dio la orden de prohibir la entrada a los minusválidos».
Tello habló con ella al día siguiente y la solución que le dio es que «me dirigiera, mediante hoja de reclamaciones, a la jefa de servicios de Participación Ciudadana, Fátima Montenegro , porque ella llevaba mucho tiempo solicitando que quiten la bancada, y me mandó el documento que lo acredita con fecha del 13 de noviembre de 2018».
El celo del Ayuntamiento defendiendo la normativa al decir a los afectados que «es muy estricta y no deja ocupar espacios ni salidas de emergencia» y que por eso no se podían instalar con la silla en los pasillos, brilla por su ausencia a la hora de tener adaptada la sala tal y como manda la normativa . Tanto es así que, araíz de estas denuncias, ha hecho una programación de rediseño del patio de butacas para delimitar un espacio específico para personas con diversidad funcional en ese salón de actos. Ya el viernes pasado día 23 se culminó la retirada de la primera fila completa.
Según fuentes de la Federación Provincial de Asociaciones de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de Sevilla (Fams-Cocemfe) , la legislación nacional vigente estableció el 4 de diciembre de 2017 como fecha límite para que las edificaciones de uso público fuesen accesibles, en virtud de los plazos establecidos en la disposición adicional tercera del Real Decreto Legislativo 1/2013, de 29 de noviembre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley General de Derechos de las Personas con Discapacidad y su Inclusión Social. En lo que se refiere a edificios y establecimientos la normativa de accesibilidad que deben cumplir es, a nivel nacional, el Documento Básico DB SUA del Código Técnico de la Edificación y además, en el caso de Andalucía, las condiciones de accesibilidad que se establecen en el Decreto 293/2009, de 7 de julio, por el que se aprueba el reglamento que regula las normas para la accesibilidad en las infraestructuras, el urbanismo, la edificación y el transporte en Andalucía.
Esta normativa desde el día 4 de diciembre de 2017, es aplicable también a los edificios, establecimientos o instalaciones — incluso aunque hubieran sido construidos antes de 2010—, ya sean de titularidad pública o privada, que sean susceptibles de ajustes razonables, es decir, que no impongan una carga desproprocionada.
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