Unos macetones impiden el acceso al Cenador de Carlos V en el Alcázar de Sevilla

El Cenador de Carlos V en el Real Alcázar está cerrado a cal y canto a la espera de una restauración que no llega. Si hasta hace unas semanas en este pabellón se podía al menos pasear por sus galerías y ver desde las ventanas la fuente interior y su artesonado, ahora se ha cerrado también el acceso al perímetro. Unos grandes macetones impiden que los visitantes pasen a la galería exterior de este espacio construido con motivo de la boda del Emperador -de estilo mudéjar y levantado en forma de en forma de «qubba»-. Los azulejos que revisten los muros están en un pésimo estado. Se trata de un revestimiento cerámico vidriado formado por más de 60 piezas distintas, que los profesionales entienden que necesitan una restauración bajo el criterio de «mínima intervención». Por su parte, las columnas de esta misma galería están llenas de humedades en la zona que no se ve desde fuera.

En cuanto a las cubiertas del Cenador de Carlos V, que se restauraron hace dos décadas, a simple vista se aprecia que están llenas de malas hierbas. La cúpula de artesonado está tapada por una malla para que no se posen las palomas. En cuanto al pavimento interior , que es el más antiguo de todo el Alcázar (del siglo XVI), estaba inaccesible con una cancela.

La arquitecta Lola Robador , premiada por su restauración reciente del Cenador del León, tiene un proyecto de intervención para este espacio, considerado como uno de los pabellones de jardín más importantes del mundo.