Expediente disciplinario
La Universidad de Sevilla tiene pruebas contra el acosador de la Politécnica: correos y testimonios
La Vicerrectora afirma que se actuó «con agilidad» y que durante la investigación se ordenó el distanciamiento entre el acusado y la víctima
La Universidad de Sevilla tiene pruebas del acoso sexual y laboral supuestamente cometido por el profesor de la Escuela Politécnica Superior de la Universidad de Sevilla que ha sido sancionado con una suspensión de empleo y sueldo de cuatro años. Pese a que la defensa del interesado sostiene que no es cierto, desde la Hispalense confirmaron a ABC que hay correos electrónicos, conversaciones e incluso testimonios de testigos de esa actitud que ahora ha sido sancionada.
Según la Universidad de Sevilla, el profesor en cuestión, al que se abrió expediente disciplinario, ha sido suspendido por cuatro años por dos faltas graves de acoso sexual y laboral hacia otra docente del mismo centro. La suspensión se ha concretado en una resolución firmada por el rector, Miguel Ángel Castro, que aún puede ser recurrida por el docente en cuestión.
El expediente se inició en febrero de 2019 cuando la profesora lo denunció y se ha resuelto más de un año después, el 17 de septiembre pasado. Sin embargo el acoso, según ha podido saber ABC, había comenzado dos años antes y fue «in crescendo» . Al final se hizo más evidente ya que el profesor supuestamente amenazaba a su compañera para que tuviera relaciones sexuales con ella. Incluso le enviaba correos electrónicos en los que la amenazaba con «machacarla» en su carrera si no accedía sus peticiones para que tuviera sexo con él.
Protocolos
En este caso la Universidad de Sevilla ha actuado rápido. Nada más conocer la denuncia, el Comité para la Prevención, Evaluación e Intervención contra el Acoso inició la investigación resuelta ahora. Desde el equipo de gobierno de la US, la vicerrectora de Servicio Sociales y Comunitarios, Ana López, explicó a ABC que mientras se investigaba se puso en marcha un protocolo de prevención para la víctima y se tomaron medidas de separación para que ambos no coincidieran ni en espacios ni en actividades en la escuela en la que ambos trabajaban.
La investigación, en la que han participado psicólogos, abogados y otros miembros del grupo que se encarga por velar por los buenos códigos en la universidad, concluyó con la recopilación de numerosas pruebas. Hay correos electrónicos, conversaciones e incluso declaracione s de testigos que han desembocado en la sanción impuesta al profesor.
La vicerrectora Ana López recalcó que la Universidad ha actuado «con diligencia y rapidez» y siguiendo los protocolos establecidos. Según López, es el único caso en estos momentos en la Hispalense que aprobó su primer protocolo contra el acoso en 2013 y en 2018 hizo una modificación para que las actuaciones fueran más ágiles y garantistas tras el caso del catedrático Santiago Romero que fue condenado por la Audiencia de Sevilla.
«Tenemos los procedimientos para atender a este tipo de casos y hemos hecho lo que teníamos que hacer» , dijo la vicerrectora, insistiendo en que hay que estar pendientes y sensibilizar para que todo el mundo conozca la vía para denunciar esta situaciones.
Se defiende
La representación legal del docente aludido aseguró que la sanción no es firme y que presentará recurso de reposición. Posteriormente, en caso de confirmación de la resolución, impugnará ante los tribunales y agotará todas las instancias judiciales. Según la defensa los hechos «son absolutamente inciertos» . La defensa anunció que ejercerá acciones penales «ante manifestaciones que no respeten la presunción de inocencia que asiste al funcionario».
Ayer CC.OO y el Sindicato Andaluz de Trabajadores, afirmaron que la víctima sigue sufriendo situaciones de hostigamiento de otros compañeros tras el cese del acosador en su puesto en la Politécnica. Según dicen, se ha formado «un grupo de acoso» de varios profesores que defienden al docente sancionado y realizan acoso laboral a la víctima.
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