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La Universidad de Sevilla planea un próximo curso con clases en grupos reducidos
El rector se reúne con los decanos para organizar la vuelta en septiembre con un modelo «híbrido» que alterne lo presencial y lo virtual
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La Universidad de Sevilla prepara ya cómo será el próximo curso 2020/2021 después de que las clases se suspendieran el pasado mes de marzo como consecuencia de la crisis del coronavirus. Después de que el Ministerio de Universidades hiciera públicas la pasada semana sus recomendaciones generales para el próximo curso, este lunes está prevista una reunión del rector, Miguel Ángel Castro, con los decanos y directores de las facultades y escuelas.
De momento y en la misma línea que el Gobierno central, la idea que tiene más consistencia es la de alternar la docencia presencial con la virtual . Según el borrador sobre los criterios para la adaptación de la docencia a las exigencias sanitarias del Covid-19 elaborado por la Hispalense al que ha tenido acceso ABC, se preven dos posibles escenarios . O lo que es lo mismo un plan A, que sería presencial pero con menos estudiantes en las aulas, y un plan B, de suspensión de la actividad en caso de un hipotético rebrote y que obligaría a seguir todo on line como se ha hecho este curso.
En cualquier caso, el plan A, pasaría por una reducción de la presencialidad de los estudiantes en la aulas adaptándolo a un sistema «multimodal» o «híbrido» de enseñanza que combine la docencia presencial con otra a distancia y actividades formativas on line para el aprendizaje autónomo del estudiante.
La idea inicial, que podría ser modificada en función de las futuras instrucciones sanitarias, sería organizar grupos reducidos, cuyo tamaño vendría determinado por la capacidad de los espacios en los que tengan que desarrollarse, es decir el tamaño de las aulas. Como posible ejemplo, la Hispalense contempla el modelo organizativo «3 x 50», con la mitad de presencialidad, tamaño de grupos de estudiantes también de la mitad y la mitad de los grupos presenciales rotando.
En este sentido, el borrador hace hincapié en que se procure que «las clases presenciales en grupos reducidos se dediquen prioritariamente a la docencia de carácter práctico o experimental, de modo que las clases teóricas se impartan en su mayoría de forma no presencial en grupos grandes.
Los profesores no harán más horas
Sea como sea, la Hispalense no prevé ningún incremento del número de horas de trabajo de los profesores para adaptarse al sistema híbrido. «La división de un grupo en subgrupos se llevará a cabo reduciendo el número de horas presenciales del estudiantado, pero sin incrementar el número de horas de docencia de profesor», dice el borrador .
En cuanto a las tutorías, ya sean grupales o individuales, se llevarán a cabo preferentemente por mecanismos no presenciales como el correo electrónico, foros, teléfono u otros métodos en los horarios que establezca la guía docente.
En el plan B, de suspensión de la docencia, implicaría un plan de contingencia que se activaría en función de las normas para prevenir el contagio del Covid-19 que se adopten por las autoridades sanitarias. Y supondría tener prevista la transición a la modalidad a distancia si hubiera que suspender las clases .
En cualquiera de los escenarios se recomienda priorizar la evaluación contínua . En cuanto a las prácticas curriculares, se recomienda que , siempre que las circunstancias lo permitan se desarrollen presencialmente en las entidades o empresas colaboradoras.
En el caso de programas de grado o máster con un alto porcentaje de estudiantes internacionales, también podría activarse la docencia on line si las restricciones a los desplazamientos internacionales por motivos sanitarios impidieran la presencia de estos estudiantes.
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