Feria de sevilla

Unanimidad en el sector turístico por el aplazamiento de la Feria de Sevilla, pero no en la fecha

La coincidencia de la Bienal de Flamenco y los congresos supone un «fiasco» para los hoteles

Instalación de la portada de la Feria de Sevilla Efe

Elena Martos

La celeridad con la que el Ayuntamiento de Sevilla anunció el aplazamiento de la Feria por la alerta sanitaria del Covid-19 ha tenido una buena acogida en el sector turístico de la ciudad. Las drásticas medidas de aislamiento y las limitaciones para organizar un evento de esta envergadura hacen imposible que pueda celebrarse con garantías y tomar el testigo de las grandes ciudades da libertad para poner la fecha. Sin embargo, esa elección ha generado una tremenda división entre los distintos ámbitos por la coincidencia con la Bienal de Flamenco , varios congresos de relevancia y el inicio de la temporada alta de otoño. Lo apunta Manuel Cornax , presidente de la Asociación de Hoteles de Sevilla , quien advierte de que «no habrá capacidad para atender toda la demanda». Aboga, más bien, por que ésta pueda llevarse a cabo entre finales de agosto y principios del siguiente mes.

El portavoz de los hoteles de la provincia señala que «l o más acertado ha sido aplazarla para que no se siga trabajando y gastando dinero en su montaje, teniendo en cuenta la seriedad de la situación que se está viviendo en estos momentos». «Era muy forzado mantener la Feria en las fechas actuales -indica- pues no tiene sentido hablar de pasarlo bien cuando se está pasando tan mal». Pero hacerla coincidir con la festividad de San Miguel genera «una saturación» en la ciudad por la cantidad de celebraciones ya programadas .

Cornax recuerda que a final de agosto y principios de septiembre aún hay gente que tendrá vacaciones y se podría aprovechar esa coyuntura para que fuera más fácil su acceso. También para que el público de fuera, que estará de descanso y tendrá una motivación para visitar Sevilla en un mes de menor ocupación.

Por su parte, el portavoz de los hosteleros sevillanos, Antonio Luque , recuerda que « la Feria mueve 900 millones de euros y optar por aplazar y no cancelar es una luz de esperanza para tanto bares y restaurantes que se han visto obligados a cerrar de un día para otro». Asume con pesar que «van a ser unos meses durísimos, porque Sevilla no tiene playa y hasta el otoño no vamos a empezar a recuperar algo», pero también confía en que «después de todo lo que estamos pasando, los sevillanos van a responder a su fiesta mayor, como lo han hecho en otras ocasiones» y no duda de que «saldrán y disfrutarán, a pesar de que muchos todavía estén apurando los últimos días en la costa o sean amantes de las tradiciones».

A la espera de medidas económicas

Eso sí, plantea la necesidad «imperiosa» de empezar a trabajar ya en nuevas promociones turísticas «para recuperar la fuerza como destino y que la gente quiera volver a Sevilla por su patrimonio histórico, su oferta cultural, su gastronomía y, por supuesto, por sus fiestas». También confía en que el paquete de medidas que anunciará hoy el Ejecutivo central «sea lo suficientemente efectivo para sostener el empleo y a las empresas, en especial a las de catering que son las que más van a sufrir con el retraso de la Feria».

La coincidencia con varios congresos multitudinarios también la convierte en una fecha «poco razonable» para Manuel Macías , director de , que estos días no ha parado de recibir avisos de aplazamientos, «que no cancelaciones», aclara. « La segunda semana de septiembre la ciudad estará repleta de eventos , algunos organizados por el propio Ayuntamiento como la Bienal, y no tiene mucho sentido encajar ahí la Feria», señala. Tal vez daría más alivio al sector hacerla a principios de mes o a finales de agosto.

Motivación

En todo caso, considera «muy valioso que no se pierda y que se haga el esfuerzo por encontrar otro momento en el calendario, porque será como una botella de oxígeno para todos». Macías se refiere tanto al público local, que ve recuperada una de sus fiestas más importantes, como para el de fuera , al que se le lanza un mensaje de resistencia. A ambos «los ayuda a no caer en el desánimo, tras la suspensión de la Semana Santa y tantos los días de confinamiento», asegura.

Igualmente cree fundamental controlar el mensaje que se lanza fuera y «decir que la Feria sólo se retrasa es un buen punto de partida. Asegura que «todos los visitantes que no vendrán durante la primavera volverán a viajar cuando pase la crisis sanitaria y hay que vender las bondades de nuestra ciudad para que nos elijan». Desde su posición ya lo hace, asegurando que «el contagio se logrará controlar como ya se ha hecho en otros países y que con la llegada del calor se reducirá su impacto».

Al que sí le ha gustado la fecha planteada por el Ayuntamiento es a Gustavo de Medina , presidente de la Asociación de Empresas Turísticas de Sevilla , porque «no supone un invento, aquí ya había una feria de San Miguel y, además, hay festejos taurinos, que normalizan la situación».

Reconoce que «no va a ser como en una Feria de Abril», pero no duda de que los sevillanos la cogerán con ganas . «Si había que retrasar la celebración era a finales de septiembre», asegura. Sobre la situación de las empresas a la que representa, lamenta que «todo está cerrado», lo que supone un palo mayor al de 2008 que «fue una crisis a la que nos llegamos a adaptar. Esto ha sido de un día para otro y no sabemos cómo vamos a salir».

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