El ultra Manuel Herrera no acepta dos años y medio de cárcel por arrollar a un guardia civil
Las partes habían alcanzado un acuerdo pero el acusado, con antecedentes y causas pendientes, no ha mostrado su conformidad; es la tercera vez que se suspende esta vista oral, hoy por la ausencia de testigos claves
Secuestros y palizas: cae en Sevilla, Cádiz y Huelva una violenta red de cobro de deudas
En este ocasión a la tercera no ha ido la vencida y otra vez se ha suspendido la vista oral que iba a celebrar el Juzgado de lo Penal número 9 de Sevilla contra el ultra Manuel Herrera por a rrollar a un agente de la Guardia Civil de Tráfico durante una persecución en 2017. La Fiscalía, el abogado de la acusación y su defensa habían alcanzado un acuerdo por el que pasaría dos años y medio de cárcel, pero este conocido y agresivo delincuente no ha mostrado su conformidad.
Manuel Herrera ha sido trasladado desde la prisión, donde se encuentra de forma preventiva por otra causa donde fue detenido, a los juzgados de lo Penal en el edificio Noga de Sevilla. Estaba citado a las doce de este viernes, pero como suele ser habitual en la administración de Justicia, su juicio no ha comenzado hasta las dos porque a la hora prevista quedaban tres vistas por celebrarse aún.
La Fiscalía le pedía cinco años de cárcel, mientras la víctima, representada por los servicios jurídicos de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) reclama ocho años de prisión para el acusado por lesiones y atentado contra la autoridad. Antes del inicio del juicio se había alcanzado un principio de acuerdo entre la fiscal, el abogado de la víctima, José Luis Ganfornina, y la defensa: dos años y medio de cárcel por atentado a la autoridad, un delito contra la seguridad vial y lesiones, más 19.000 euros de indemnización . La pena no sería suspendida y tendría que ser cumplida por el acusado, que tras ser consultado por su letrado ha rechazado estos términos.
Ante la falta de acuerdo y la ausencia de algunos testigos claves, el juicio ha quedado suspendido, fijándose el 23 de septiembre de este año el cuarto intento de celebración.
Manuel Herrera se ha convertido un habitual de los juzgados de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. La agresión a un aficionado en Bilbao en las horas previas de un partido del Real Betis en tierras vascas, una pelea con vigilantes de discoteca en Tenerife durante los carnavales, una agresión a un joven en Sevilla, su papel en la gran alianza de narcos del río Guadalquivir, conformada por los 'Lanas' y los 'Ginés' , por la que ya fue condenado, o su pertenencia a una banda criminal que se dedicaba al cobro de deudas en Cádiz, Huelva y Sevilla a base de secuestros y extorsiones , por lo que está en prisión de forma preventiva.
Los hechos que hoy iban a ser juzgados se remontan al 2 de marzo de 2017. Herrera salió con una orden de alejamiento tras la agresión a un joven en Sevilla . Pero el incumplimiento de dicha medida llevó a la Guardia Civil a poner en marcha su detención. Entonces protagonizó una persecución con los agentes, llevándose por delante a uno de ellos.
Una patrulla situada en la autovía A-49, sentido Huelva, le dio el alto al acusado porque acababa de cometer una infracción al volante. Pero, en lugar de detener la marcha, aceleró y emprendió la huida, « poniendo en grave riesgo la seguridad vial de los usuarios, al realizar una conducción agresiva, a alta velocidad y con adelantamientos por izquierda y derecha, haciendo caso omiso de las órdenes de los agentes de tráfico» que le seguían.
De la autovía a Benacazón
«A pesar de ser seguido por varias patrullas , logró abandonar la autovía y tras adentrarse por las calles del municipio de Benacazón, puso nuevamente en riesgo la seguridad vial de los vehículos y habitantes de este municipio circulando a muy alta velocidad y en sentido opuesto al de la marcha, con total desprecio por la vida del resto de usuarios», detalla la AUGC.
Herrera intentó escabullirse adentrándose en el casco urbano de Benacazón , donde le siguió un motorista de la Guardia Civil. La persecución parecía que iba a terminar en un calle de sentido único, donde el acusado tuvo que pegar un frenazo porque había un coche parado que impedía la circulación. Pero, «sin tiempo de reacción, y consciente de que detrás se encontraba el agente de, súbitamente dio marcha atrás y lo embistió intencionadamente arrastrándolo durante más de 8 metros ».
El guardia civil disparó una vez para tratar de disuadir a Herrera. La bala impactó en el coche, pero eso no disuadió al ultra que consiguió huir. El coche fue localizado posteriormente en un olivar próximo totalmente calcinado . En el acuerdo que le ha ofrecido este viernes la fiscal, le retiraba el delito de daños.
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