Sor Tyama, del convento sevilllano de Santa Paula: «Las serpientes nadan a sus anchas por nuestras casas»
Las trece monjas keralitas del convento de Santa Paula de Sevilla hacen un llamamiento ante las inundaciones más graves del último siglo en Kerala
Se puede decir que a sus 67 años, Sor Tyama ya es sevillana . Priora desde 2006, el próximo 24 de septiembre cumplirá cincuenta años entre los mismos muros donde dejó su impronta Sor Cristina de la Cruz de Arteaga .
La madre Tyama llegó a Sevilla con 17 años dejando allí familia y amigos, y en la actualidad se ha convertido en la «madre de todos» , referencia del centenar de religiosos y seglares que forman la comunidad india en nuestra provincia. «Como un niño de Kerala visite Sevilla, viene aquí», añade la hermana Marta (única religiosa sevillana de esta comunidad de 22 monjas jerónimas), «es experta en extranjería, una gestoría andante», dice.
Junto a la priora, otras doce religiosas keralitas forman parte de la comunidad del convento de Santa Paula donde estos días se vive con angustia las terribles inundaciones que ha sufrido aquel estado de la India, las más graves del último siglo. En concreto en Poovathussery , localidad de unos 3.000 habitantes al sur de Kerala, en el suroeste de la India, de donde proceden las casi cuarenta monjas que viven Sevilla y su provincia, 13 de ellas en el convento de Santa Paula .
«Casas destrozadas»
Según sor Tyama:«En la ciudad hay casas en donde el agua ha llegado hasta el segundo piso . Ahora mismo dicen que hay muchas serpientes e incluso a través de Whatsapp hemos visto como en algún pueblo también han encontrado hasta cocodrilos en las casas. Poovathussery ha quedado prácticamente derruido, hay muchos bichos y las casas han quedado completamente destrozadas, aunque los edificios hayan permanecido en pie», dice.
La priora cuenta que la experiencia «ha sido horrible. Ha afectado a las trece familias de las hermanas . Las religiosas están muy preocupadas con la situación de Kerala debido a las graves inundaciones. Al principio teníamos miedo de que pasara algo personal, porque nuestra ciudad ha sido una de las ciudades más afectadas y todas tenemos familia allí» dice Sor Tyama .
«Esos días hicimos mucha oración, porque es lo que podíamos hacer desde aquí. Hemos pasado días de angustia y miedo, no podíamos contactar con los móviles y nuestro refugio fue el Señor. Todas las españolas de la comunidad están muy pendientes de nosotras», añade. La priora narra cómo al principio «fue muy angustioso» porque no tenían forma de comunicarse:«No tenían luz ni teléfono. Sabíamos que el lago estaba subiendo y no sabíamos si le había pasado algo a la familia», dice.
Según los medios de comunicación locales, hubo 387 víctimas mortales registradas hasta el 22 de agosto en Kerala, el estado más afectado (más de mil muertos en la India) y el número de desplazados es aproximadamente de 462.000 personas , las cuales se encuentran alojadas en campamentos provisionales, «aunque, gracias a Dios, ninguna tragedia entre nuestros familiares», añade Sor Tyama.
Las monjas no entienden el tiempo que tardaron en dar las noticias los periódicos y telediarios españoles, aunque piensan que ello estuvo provocado por la coincidencia con el derrumbe del puente de Génova. «Nadie se acordaba de Kerala y mucha gente que viene a vernos, todavía no se ha enterado de esta gran tragedia» , recuerda. Ahora la zona se ha calmado.
Mayoría católica
Todos los años hay época de lluvias, pero nunca ha llovido tanto como ahora. «Han tenido que abrir muchos pantanos por la noche y ello cogió a la gente de nuestro pueblo durmiendo. A mi padre, con 96 años, han tenido que despertarlo de madrugada para que abandonara su vivienda, y así mucha gente», narra.
Kerala es el único estado de mayoría católica dentro de la India . Todo el mundo está colaborando en la reconstrucción y todas las confesiones se han unido para ayudar a Kerala. «Ahora están limpiando todo, los pozos, los animales muertos, y reconstruyendo para lo que se necesita mucha ayuda», recuerdan.
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